La armónica del músico gallego asentado en Berlín es una referencia mundial
20 mar 2020 . Actualizado a las 17:52 h.Aunque a menudo pasa inadvertido, Galicia puede reivindicar a uno de los mejores armonicistas de blues del mundo. Marcos Coll nació en Madrid en 1976, pero su infancia y su adolescencia transcurrieron en Santiago. «Es cuando se aprende lo malo, imagínate que me hice músico profesional porque tocaba en Praterías y alguien me dijo, ven a tocar a mi bar», bromea desde Berlín. Tonky Blues Band, Mighty Calacas y Los Reyes del KO son algunos de los proyectos que le han llevado a compartir escenario y grabar con leyendas como Buddy Miles, Mick Taylor, Chuck Berry o John Mayal.
-¿Por qué Berlín?
-La historia surgió en el 2004. Con Los Reyes del KO nos iba muy bien en España...
-Creo que la banda llegó a aparecer en un libro escolar.
-Un libro de 3.º de la ESO en Galicia, me parece. Te sientes un poco extraño, pero la verdad es que el libro estaba muy bien enfocado. De cada estilo de música citaba al referente gallego. Y nosotros lo éramos.
-Estábamos con Berlín.
-Sí, como te decía, aunque nos iba bien necesitábamos conocer y abrirnos un poco. Nos salieron unos festivales en Alemania y nos fuimos sin billete de vuelta. Fue duro al principio, porque allí programan con mucha antelación y, claro, a la semana de acabar los bolos no teníamos nada. Tocamos en el metro, pasamos la gorra en los garitos, a los músicos les caímos bien y poco tiempo después estábamos muy bien. Tuvimos suerte.
-Hay una buena escena, pues.
-Berlín está en el centro de muchas cosas, hay gente de todo el mundo y siempre ha tenido mucho movimiento cultural. Además, donde hay dinero todo es más fácil. Hay músicos alemanes que, echándole cara, pueden vivir de una paga del gobierno e ir haciendo sus bolos. Pero sobre todo, y esta es una de las cosas que hacen que esté aquí, hay una comunidad afroamericana muy potente. Una escena totalmente negra, de góspel, soul, blues. Muchos músicos negros se instalaron aquí a raíz de la guerra y comprobaron que les trataban mejor que en Estados Unidos.
-El gran Guitar Crusher, con el que colabora, es uno de ellos. Curiosa convivencia, ¿no?
-Es un tipo de 84 años y te sueles enfrentar a tu padre, pero no a tu abuelo, con el que es más fácil entenderte. Nos llevamos tantos años que hay buen rollo.
-La nómina de músicos con los que ha compartido escenario mete miedo, ha sido imagen de Hohner, tiene su propio método de enseñanza en Internet...
-Con Chuck Berry o John Mayal compartimos escenario. Pero es cuestión de trabajar y estar en el momento y el sitio adecuados. Tengo la suerte de que Mick Taylor o Buddy Miles hayan colaborado en mi disco, Under The Wings, sin cobrar un duro, en un sello, Gaztelupeko, de Soraluze (Guipúzcoa), que es excepcional, esa gente es mi familia. A Buddy, por ejemplo, lo conozco porque estuve en la Tonky Blues Band, si no...
-¿Cuándo fue la última vez que tocó en Galicia?
-Con Guitar Crusher, en abril o mayo del año pasado.
-¿Y no es un lujo asiático que no se le llame más por aquí?
-Hay dos formas de verlo: quejarte por las esquinas o seguir currando. Yo curro. Si me llevan, bien, y si no a tocar en otros países y otras ciudades. Cuando voy me mola tocar de incógnito en el bar de algún colega. Santiago programa a gente interesante. Si es culpa de alguien será mía, por no tocar mejor, digo yo.