La Inversión Extranjera Directa (IED) es una estrategia que beneficia tanto a los inversores, que buscan oportunidades de crecimiento y diversificación, como a los países receptores, que obtienen capital, conocimientos y acceso a redes comerciales internacionales. Según datos del Ministerio de Economía, en el 2023, la IED productiva en España alcanzó los 28.215 millones de euros, lo que representó una disminución del 18,5 % con respecto al 2022. Pero, a pesar de esta reducción, el volumen de inversión se mantuvo dentro del promedio de los últimos cinco años (29.002 millones de euros) debido a que las empresas extranjeras continúan viendo a España como un destino estratégico para nuevas operaciones.
Los países que realizaron una mayor inversión en España fueron EE.UU. (8.146 millones de euros, un 28,9 % del total recibido), Reino Unido (3.693 millones, el 13,1 %) y Alemania (3.000 millones, un 10,6 %). Y los sectores que mayor capital captaron fueron los servicios, especialmente el comercio al por mayor, las telecomunicaciones y la energía eléctrica; y en segundo lugar la industria, sobre todo las fábricas de automóviles y los productos electrónicos. Y la construcción siguió atrayendo IED en proyectos de infraestructura y urbanización. Galicia fue la séptima comunidad autónoma en captación de IED.
En el 2024 se estima una reducción del 8 % en la IED global, por la incertidumbre en la economía mundial debido a factores como la inflación, los tipos de interés y los conflictos geopolíticos. Aun así, las inversiones en digitalización, IA y energías limpias se perfilan como motores clave.
España tiene un gran potencial en sectores estratégicos como la tecnología, las energías renovables y la manufactura avanzada, sin embargo, la clave está en nuestra capacidad para crear un entorno favorable que combine estabilidad política, incentivos económicos y una visión estratégica. Solo así podremos seguir generando confianza en los inversores extranjeros.