Adela Quinzá-Torroja García: «Con el teletrabajo aparecen nuevos riesgos laborales»

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Esta coruñesa, licenciada en Derecho y vinculada a la Administración autonómica desde hace casi tres décadas, alerta de los riesgos psicosociales, «los más difíciles de evaluar y probar» derivados de la pandemia, que ha alterado el trabajo del Instituto de Seguridade e Saúde Laboral, que dirige

25 abr 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Adela Quinzá-Torroja García (A Coruña, 58 años) ha desarrollado toda su carrera profesional en la Administración. «Mi vida está ligada a la Xunta, para bien, mal y regular», comenta. En cuanto se licenció en Derecho empezó a preparar las oposiciones a judicatura, con el magistrado Fernando Seoane, a quien evoca con «mucho cariño», pero acabó presentándose a las de técnico superior de la Xunta. En los casi 30 años transcurridos desde entonces ha trabajado en diversas áreas. «Uno de los sitios que recuerdo con más pasión es la inspección de Servizos Sociais, porque me tocó ponerla en marcha. Fue una etapa en la que aprendí mucho, como servidora pública, te acercabas a la gente, estabas en contacto con el usuario final para solucionar problemas», explica. Lleva varios años de gerente del Instituto de Seguridade e Saúde Laboral de Galicia (ISSGA).

-¿Cómo ha afectado la pandemia en el ISSGA?

-Primero de forma sorpresiva, y luego, de manera profunda, porque lo que pretendemos con la seguridad y la salud en el trabajo es eliminar o reducir en origen los riesgos que tengas en tu trabajo. Ha habido un riesgo nuevo, de contagio y transmisión del SARS-CoV-2, y hubo que decir qué hacemos ahora en cada centro de trabajo para evitar ese riesgo, que era profesional en colectivos como el sanitario y sociosanitario, porque trabajaban con gente infectada. Pero luego afectó a la comunidad trabajadora en todo, desde un pequeño comercio a una peluquería, una fábrica... Quisimos facilitar que llegaran a los centros de trabajo las normas de las autoridades sanitarias de manera que se pudieran cumplir. Abrimos una línea de asesoría técnica, creamos una unidad específica de covid, con cinco personas, sobre todo de las disciplinas de higiene industrial y medicina del trabajo, para dar una respuesta acertada.

-¿Qué supuso el teletrabajo?

-En tiempos de pandemia, fue un muro absoluto de salud, porque garantizó que la gente no se tuviera que mover, en las actividades en que era posible. Y, por otra parte, supuso un aumento de las habilidades, por ejemplo a nivel tecnología. Pero desordenó muchas cosas, no es igual trabajar solo en casa que hacerlo cuidando a una persona mayor o a niños, en un lugar no apropiado porque es compartido. En la oficina tengo claro el lugar de trabajo y el horario, en casa se mezcla, con el peligro que conlleva. Van saliendo herramientas, como el derecho a la desconexión. Y aparecen nuevos riesgos, porque en la oficina tengo que garantizar a los trabajadores que tengan una silla adecuada, luz, un ordenador con la resolución correcta... En la casa, también lo tengo que garantizar, pero lo tengo mucho más difícil. La generalización del teletrabajo hizo aparecer nuevos riesgos, sobre todo riesgos psicosociales, y la preocupación sobre qué huella va a dejar la pandemia en las personas y qué mecanismos tenemos para superarla.

-¿Qué huella dejará?

-Ya dejó miedo, incertidumbre y cambios en la forma de ver nuestra vida en general, ya no nuestro trabajo. Como bueno, ayudó a entender que las medidas de prevención eran la solución a muchos riesgos, y esa percepción del riesgo es tan difícil cuando el riesgo no se ve, salvo que se materialice o acabe en un accidente o en una enfermedad. De repente, todos aprendimos, niños y mayores, la importancia de la prevención y la responsabilidad individual, que si se suma hace una responsabilidad colectiva, muy importante en un centro de trabajo, donde no solo eres dueño de lo que haces tú y de lo que te puede pasar a ti, sino que tienes que ser garante de lo que les pasa a los demás, a nivel de trabajo y clima laboral, de bienestar. Hay responsabilidad colectiva, empresarial, de los representantes sindicales e individual.

-Los riesgos psicosociales...

-Es la esfera más difícil de evaluar y probar. Si una persona se cae de un andamio es un hecho traumático que se ve, pero cuántas personas pueden estar sufriendo un riesgo psicosocial que no aparece hasta dentro de años, y a saber cómo se manifiesta. Esta crisis también es una oportunidad porque se está hablando mucho de salud mental, influye el clima laboral, el liderazgo, el trabajo en equipo... Tenemos que ver cómo combatir esos riesgos.

«Estamos introduciendo la perspectiva de género en la prevención»

 

A. F. C.

El hecho de ser mujer «sí» ha condicionado la trayectoria de Adela Quinzá-Torroja García. «La visión femenina siempre implica algo, no digo que mejor, pero es una mirada distinta», subraya. En un organismo «de perfil técnico» como el ISSGA, asegura que «antes había muchos ingenieros, biólogos, médicos, arquitectos... y ahora, la mayoría de la gente que se incorpora son médicas, arquitectas, ingenieras...». «En la sociedad, somos hombres y mujeres, y, por tanto, cuanto más sea el reflejo de esa sociedad más idóneo, porque va a ser más correcta la mirada [...]. O combatimos todos, hombres y mujeres, por la igualdad, o mal vamos», reflexiona.

-¿Hay diferencias de género en salud laboral?

-Sí, y por eso estamos introduciendo, a pasos forzados, esa perspectiva de género en la prevención de riesgos laborales. Hay factores propios de la mujer, como los riesgos durante el embarazo o la lactancia, pero los riesgos para la reproducción, derivados de determinados agentes químicos, son comunes. En sectores más masculinizados, tradicionalmente se habían diseñado uniformes, métodos y distancias para hombres, y ahora tenemos que ordenarlo, lo que sea para hombres para hombres, y lo que sea para mujeres para mujeres. El día a día nos empuja. Antes no había mujeres en la construcción, y ahora sí. Y hay sectores altamente feminizados, como las rederas o las mariscadoras, con una doble carga de trabajo, fuera y en casa, y eso va a afectar a su capacidad, por el sobreesfuerzo, y existen riesgos psicosociales. Son factores que hay que tener en cuenta.

-¿Hay diferencias en cuanto a riesgos laborales entre la empresa pública y la privada?

-La diferencia viene dada por la actividad. Hay sectores de mucho riesgo, casi todos con una alta siniestralidad, como la construcción, el forestal o el mar. Pero en la Administración también está la sanidad, la educación o los bomberos forestales. Y hay muchas actividades que parecen exentas de riesgos, pero dañan nuestra salud: el trabajo en oficina está sujeto a pantallas, cuestiones de ergonomía... Todo tiene su riesgo, aunque los peligros y los accidentes tengan consecuencias distintas.