La travesía que se atraviesa en Vilalba

X.M.P. VILALBA / LA VOZ

VILALBA

PALACIOS

El alcalde ha pedido una entrevista a Núñez Feijoo para intentar desbloquear los trabajos

24 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La avenida da Terra Chá da mucho juego en Vilalba. Fue escenario de la expansión urbana de los sesenta, testigo del bum de la construcción de la pasada década y ejemplo de una espera que casi desespera. La realización de obras de mejora aguarda desde hace años, dentro de un plan en el que se iban a reparar las travesías de las antiguas carreteras de Meira (a la que pertenece esa avenida), de Lugo y de Ferrol.

La salida del centro urbano vilalbés a la rotonda de Grandisca por Plácido Peña, cuyo trazado se denomina actualmente LU-118, fue arreglada hace años. Se mejoró el firme, se renovó la señalización y se dotó de más capacidad de maniobra a cruces como el de la carretera de acceso al área deportiva y a la zona deportiva de A Magdalena.

En la avenida da Terra Chá, antigua carretera de Meira, iba a realizarse la segunda obra de ese triple plan, pues se consideraba que la salida hacia Lugo no requería tanta urgencia en su reparación. Sin embargo, pasa el tiempo y hasta cambian los alcaldes -Gerardo Criado dejó la presidencia de la corporación y lo sustituyó Agustín Baamonde- sin que la reforma se lleve a cabo.

Tras haber mantenido varios contactos con la Xunta, el actual regidor ha pedido una entrevista con el presidente del ejecutivo gallego para enderezar una iniciativa que se ha ido atravesando. Baamonde reconoció ayer que el contenido de la entrevista era lograr que las «boas palabras» recibidas hasta ahora se transformasen en «realizacións concretas».

Para ese encuentro con el titular de la Xunta no hay por ahora fecha concreta, aunque se confía en que tenga lugar en un futuro muy próximo. Lo que sí se sabe es lo que el Concello vilalbés pretende conseguir: que se consigne presupuesto para la obra, que se licite y que se realice lo antes posible. De encuentros mantenidos hasta ahora se ha deducido que la inversión podría situarse en torno al millón de euros.

Con las obras no solo se renovará el firme, sino que se pretende también mejorar los sueros y separar las canalizaciones de aguas pluviales y residuales, con lo que el gasto en bombeo desde una depuradora situada en el tramo final de la avenida sería inferior. Son objetivos muy concretos que, sin embargo, no han logrado materializarse tras años de espera.

Baamonde quiere que la Xunta pase de «boas palabras» a «realizacións concretas»