El campamento de Pol, señalan los investigadores, pudo haber albergado entre 6.600 y 8.600 soldados. Se ubica a unos 33 kilómetros del de A Penaparda, lo que suponían dos o tres jornadas de marcha de las tropas. El complicado franqueo del río Eo -afirman con las reservas propias de carecer de indicios arqueológicos- pudieron haberlo hecho por Ribeira de Piquín. Lo que sí señalan es que «sin lugar a dudas el emplazamiento fue empleado de forma recurrente por el ejército romano, por lo que cabe pensar que estamos ante un auténtico nodo logístico». Hacen referencia a que el campamento de Pol, además de ser línea de avance de las tropas que entraban por Asturias, pudo estar conectado con los recintos del sur, en concreto con el de A Chá de Santa Marta, en Sarria. Y otra novedad con respecto a otros campamentos es que el de Ventín fue permanente, no un simple espacio provisional.
Los arqueólogos advierten que sería necesario proteger estos recintos
El campamento romano del Monte de Ventín, en Pol, es de 13,55 hectáreas y tiene como particularidad con respecto a otros campamentos conocidos que no se ubica en zona montañosa, pero eso no implica, señalan los investigadores, que los romanos no usasen el terreno con el fin de reforzar sus posición defensiva, ocupando una extensa altiplanicie encajada en el meandro formado por el río Azúmara.