El Obispado de Lugo rehabilita en Campo Castelo la casa parroquial de A Nova

Lorena García Calvo
Lorena García Calvo LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

Casa parroquial que se está rehabilitando en Campo Castelo
Casa parroquial que se está rehabilitando en Campo Castelo ALBERTO LÓPEZ

Es el edificio en el que viven los curas adscritos a la iglesia

16 feb 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

En plena plaza de Campo Castelo, en Lugo, el Obispado está rehabilitando un edificio de su propiedad. Se trata de la casa parroquial de A Nova, un inmueble en el que tradicionalmente vivía el cura de la parroquia del centro de la ciudad, pero que llevaba años vacío. 

Fue el sacerdote José Pérez Barreiro el último en habitar allí, hace más de tres lustros. Desde que se fue, el edificio no tuvo más inquilinos y se fue deteriorando paulatinamente hasta quedar en bastante mal estado, explican desde el Obispado. Eso hizo que la Diócesis decidiese intervenir en el edificio.

La construcción, situada en una de las plazas más bulliciosas del casco histórico lucense, frente al renovado parque de juegos, consta de un bajo y tres alturas y la previsión del Obispado es que para la primavera o el verano del año que viene la intervención esté lista. Para entonces, la Diócesis podrá ofrecer de nuevo al sacerdote titular de A Nova uno de esos pisos como residencia, si lo necesita, o incluso a algún otro sacerdote que lo precise. Por el momento no se valoran otras opciones. 

Casi todas con casa parroquial

En la ciudad de Lugo hay más de una docena de parroquias y casi todas ellas disponen de vivienda para que el cura viva en ella, si así lo desea. Es el caso de las parroquias de A Milagrosa, Albeiros, San Antonio, San Froilán, San Pedro, San Francisco Javier, Buen Pastor, Sagrado Corazón, As Gándaras, A Ponte o A Nova. Dos, sin embargo, carecen de este servicio, se trata de las iglesias de San Fiz y de As Saamasas, vinculadas a otras parroquias más grandes. 

Otra intervención en el centro

Las obras que están en marcha en el edificio de Campo Castelo toman el relevo de las que el Obispado tuvo en marcha hasta hace unos meses en el Pazo de Velarde. Hay que recordar que la Iglesia invirtió una cantidad importante de dinero, alrededor de 1,2 millones de euros, en rehabilitar el anexo posterior del edificio. 

Esta intervención está concluida y en fechas próximas Cáritas Diocesanas iniciará su traslado a las nuevas instalaciones. La obra ya está visada por el Concello y con toda la documentación lista. Ahora solo falta la mudanza.