Durante las próximas semanas habrá una dura competencia para tener estrenos, sin descuidar a todo tipo de espectadores
16 feb 2022 . Actualizado a las 18:27 h.El negocio del cine ha ido cambiando en las últimas dos décadas en la ciudad. Sin contar las lógicas modificaciones en los sistemas de proyección, los modelos de exhibición han regresado a 1999, aunque con algunos matices a favor del 2019.
Hasta hace un lustro Lugo solo tenía ocho salas de cine, las que gestionaba Ciproga en As Termas. Hasta esa fecha, se habían ido deshaciendo de su competidores, entre ellos Yelmo (en la plaza de Viana do Castelo) y los Cristal y los Dumas, quedando la ciudad como la única de Galicia que dejaba de tener cine en el casco urbano.
Pero la llegada de Abella supuso un cambio y una oportunidad. Ciproga se lanzó a por las ocho salas del nuevo centro comercial, copando el mercado con 16. Los amantes del cine ganaron, ya que al tener la misma exhibidora todas las salas se pudieron estrenar películas más pequeñas y menos comerciales, que de otra manera nunca se verían en la capital.
Eso sí, la jugada de Ciproga era estratégica. Quizás ya sabía que las condiciones en As Termas no serían atractivas cuando finalizasen el contrato y jugaron la carta de Abella para presionar o, por si acaso funcionaba el centro comercial, quedarse en otro lugar de la ciudad para competir.
Pero el desastre de Abella aceleró todo el proceso. Ciproga renuncia a As Termas y se va preparando el camino ante el cierre de Abella: recuperar las tres salas de lo viejos Cristal, en Montero Ríos. En medio de estos cambios llega el arriesgado modelo de cine de autor que propone Codex Cinema, ofreciendo en solo dos salas varias películas que nunca tendrían cabida en las salas convencionales.
De esta forma, Lugo cuenta ahora con tres competidores y solo una sala menos que hace veinte años. A lo largo de los años noventa fueron cerrando las míticas salas y cines del centro (Victoria, Paz, Kursal, Gran Teatro, Castelao y Ronda), quedando en 1999 las 8 salas de Yelmo en Viana do Castelo, las tres de los Cristal y las tres de los Dumas. Hoy, Yelmo tiene 8 salas en As Termas; Ciproga, tres en los Cristal, y Codex, dos en Viana do Castelo.
Lo que sí ha cambiado, gracias a los actuales modelos de exhibición digital, es que una sala de cine puede ofrecer diferentes títulos a lo largo de un mismo día. Además de Codex, los Cristal lo están demostrando, sacando partido a solo tres salas con la exhibición diaria de hasta siete películas, o ahora Yelmo, con 12 filmes en ocho salas.
Cine intermedio
El riesgo que tendrán los aficionados al cine en Lugo será que tanto Yelmo como los Cristal repitan semana tras semana los mismo títulos, aquellos de más tirón comercial, quedándose fuera una buena parte de cine que ni es de gran público ni es de autor. Los próximos meses, cuando desembarcarán la mayoría de los esperados estrenos, se podrá comprobar cómo habrá una dura competencia por tener las películas más taquilleras (principalmente las infantiles y juveniles), pero sin descuidar al público adulto.
La política de precios de momento está estable. En As Termas son más caros que en Cristal (tanto en entrada normal, de 7,50 frente a 7,20 y 6,20 para parados, jubilados y menores; a los miércoles, de 4,70 a 4,50), pero Yelmo cuanta con una tarjeta con grandes descuentos para los que quieran ir más a diario al cine. Por su parte Codex sobrevive gracias a que juega otra batalla, la del cine de calidad y con horarios adaptados al público, aunque ha tenido que renunciar a las sesiones de lunes a miércoles para poder ser rentable, apostando todos los estrenos de jueves a domingo.
La provincia gallrga con menos espectadores de media
Según los datos que maneja el Ministerio de Cultura sobre la exhibición de cine en el 2018, la provincia de Lugo es la que menos espectadores de media tiene en cuanto a asistencia al cine. El pasado año se registraron 16 salas en la capital (As Termas y Abella, 8 cada uno), tres en Monforte, dos en Ribadeo y tres en Viveiro. Se estrenaron 223 películas, 46 españolas y 177 extranjeras, con una media de 1.444 espectadores por película. En Ourense hubo menos espectadores, ya que también hubo menos salas (14), pero al estrenarse menos películas que en Lugo, el reparto por filme es mayor en la provincia ourensana, con 1.683 por película. En Pontevedra la media por pase fue de 3.018 espectadores y en A Coruña, 3.707.
Lugo y su capital también ocupan los últimos puestos en España en cuanto a la media de asistencia al cine.
Lo que sí queda claro es que el ocio audiovisual ha cambiado en solo una década. Así, en el 2008 se registraron 355.965 espectadores en las 24 salas de cine de la provincia. Si los locales son los mismos que en el 2018 (24), no así los espectadores, 33.000 menos el pasado año. Para poner contexto del cambio de modelo cultural, en el 2001 el número de billetes en la provincia era de 742.500.
223 películas
De ellas 212 fueron en la capital y 46 fueron españolas.
322.072 espectadores
En la capital fueron 209.631; 41.242 de cine español.
1.922.042 € (recaudación)
En la capital se recaudaron 1.303.861 euros.