Vilalba goza del FIV pese al mal tiempo: «Se ve un ambiente muy guay»

Xosé María Palacios Muruais
XOSÉ MARÍA PALACIOS VILALBA / LA VOZ

LUGO

Vecinos y forasteros disfrutan de la variedad de estilos que ofrecen los conciertos

27 abr 2024 . Actualizado a las 18:58 h.

Ni la lluvia puede con el FIV, que empezó el viernes por la noche y que iba a acabar en la madrugada de este domingo. El Festival Independiente de Vilalba puede presumir de iniciar la temporada de festivales de música en Galicia, y lo observado este sábado a mediodía demuestra que la inauguración se hizo a lo grande y que vilalbeses y forasteros, jóvenes o con algunas décadas a cuestas, no tienen problemas cuando lo que se busca es pasarlo bien. ¿Que viene un tiempo invernal a finales de abril? Se cambian los conciertos de la plaza de Santa María al Auditorio Municipal, lo que, por otro lado, apenas supone movimiento, pues para el público implica simplemente bajar unas escaleras. El resto llegó rodado.

La Banda de Vilalba puso al público a cantar y a tocar palmas con un variado repertorio, orientado, eso sí, al pop y al rock. De Hey Jude (The Beatles) se pasó a Bohemian Rapsody (Queen), y la apoteosis, con gran parte del público en pie, llegó al final, con Sarà perché ti amo (Ricchi e poveri). Apenas unos minutos bastaron para que subiese al escenario otro grupo, De ninghures, y la mezcla de sonidos de raíz gallega presidiese el ambiente.

Si alguno, además de oír o llevar el ritmo con las manos o con los pies, quería animarse a cantar, el programa del festival también recogía la posibilidad de imitar a figuras de la música. Para eso se dispuso el Karaoke FIV, en el que la lista de canciones disponibles parecía una tentación para gustos variados: Dancing queen (Abba), Lo echamos a suertes (Ella baila sola), Me quedo contigo (Los Chunguitos) o Don´t look back in anger (Oasis) ofrecen alicientes para quien quiere coger un micrófono ante amigos o desconocidos.

Entre los espectadores que llenaban el salón de actos, donde actuó la banda, y el recibidor de la entrada, donde se colocó el escenario para De Ninghures, había vecinos de la capital chairega y de otras localidades. Entre los primeros, una amplia lista de caras conocidas por diferentes razones: del entrenador del Racing Vilalbés, Simón Lamas, a la fotógrafa Yolanda Purriños; del presidente de la Asociación de Avicultores da Raza Galiña de Mos (Avimós), Francisco Monasterio, al exedil Jesús Bermúdez, que estuvo muy pendiente de la organización en su etapa en el Concello.

No faltó una amplia representación de la política local: los tres concejales de Vilalba Aberta (Modesto Renda, María Xosé Fernández y Tamara Rodríguez), los socialistas Luis Fernández y Paula Vigo o el popular José María García-Leira Boado no se perdieron ese mediodía de música y buen ambiente. Rodríguez, responsable del área de Cultura, se mostraba satisfecha de la edición de este año.

¿Y qué dicen los que llegan a Vilalba para asistir al FIV? «Me encanta. Un diez», afirmaba Alba Rodríguez, de Monforte de Lemos. «Cambió para bien», aseguraba, satisfecha de ver que en programa se va dando cabida a pequeños grupos o a bandas que cantan en gallego.

El FIV parece haberse hecho con un hueco en este tipo de citas desde que, a finales de la primera década de este siglo, la comisión de fiestas del San Ramón decidió incluir en el programa unos conciertos. «En el mundo ‘indie' está bien, se ve un ambiente muy guay», reconocía Cristina Álvarez, de Vigo. Y mientras unos gozaban de la música en un horario propio de la sesión vermú de una fiesta, otros elegían un vermú, un vino o una cerveza en bares que hacen su agosto, pese al frío y la lluvia, a finales de abril.