Existen películas necesarias. Son aquellas que rescatan del pasado hechos, más o menos relevantes, y nos ponen delante de los ojos una realidad invisible en los libros de historia aunque también forman parte de nuestro pasado.
Un buen ejemplo es la estupenda «Modelo 77», de Alberto Rodríguez, el directo de esa maravilla titulada «La isla mínima». Reconstruir la vida de las cárceles del final del franquismo y del inicio de la democracia sigue siendo válido medio siglo después. Los centros penitenciarios en España han cambiado pero sigue habiendo un silencio sobre qué ocurre en esos lugares donde acaban, por sus errores, todo tipo de personas y condición social.
Rodríguez juega con la ventaja de que utiliza un guion excelente (abriendo y cerrando ideas brillantes), reúne un reparto que sostiene la historia (destacan los papeles de los secundarios), aporta el ritmo y la tensión que requiere cada momento y ofrece las dosis perfectas para entender el contexto predemocrático de la época y sus consecuencias con la llegada de la democracia.
Y este cóctel —aunque a veces peca de intentar tocar demasiados palos— lo sabe manejar con los clichés habituales del género carcelario, con todo tipo de referencias, especialmente a la obra maestra «La evasión» (1960), de Jacques Becker. Si el cine americano, británico o francés ha aportado un buen puñado de grandes películas, Alberto Rodríguez demuestra que su «Modelo 77» también juega en esa liga.
España. Año. 2022. Director: Alberto Rodríguez. Reparto: Miguel Herrán, Javier Gutiérrez, Jesús Carroza, Fernando Tejero
Cines Cristal y Yelmo