uando desapareció José Luis, para mí parece que fue ayer, solo contaba con 30 años.
Era una persona muy querida por quien lo conocía personalmente. Yo lo apreciaba mucho y su recuerdo está muy presente. Su obra era y es muy madura, teniendo en cuenta su edad, con un estilo muy propio y difícil de obtener a esos años. Algunos lo consiguen en la madurez, y otros nunca lo obtendrán.
José Luis rayaba la genialidad a su edad; era muy maduro, pero a la vez, alegre, dinámico, creativo y feliz.
Este último lunes, 18 de junio, pasaba por la Rúa Nova, cuando eché un vistazo a los escaparates de la Galería Nova Rúa y vi parte de la obra de mi amigo expuesta. Y me agradó ese homenaje que se está haciendo a José Luis y a otros autores lucenses que se fueron. Por ello, quiero dar las gracias a la organización.