Tierra orgánica que resulta útil contra el cambio climático
Las turberas son tierra orgánica procedente de la descomposición de plantas. Por la acción de la humedad y de pequeñas corrientes de agua encharcadas, se acaba formando un material de pH muy bajo, lo que les da gran acidez. Son lugares en los que se almacena gran cantidad de dióxido de carbono, lo que da a espacios como O Xistral un gran valor en la lucha contra el cambio climático. El ambiente húmedo y fresco de la zona evita que se se sequen.
Folletos para que los ganaderos sepan cómo actuar
Dentro del programa Life in common land se han editado unos folletos en los que se explica a la gente de la zona cómo debe actuar en algunos lugares. La medida va orientada a que la actividad ganadera no dañe la biodiversidad. Blanco destaca la importancia de que el terreno en el que se actúa pertenezca a comunidades de montes, ya que si fuese de pequeños propietarios individuales, la operación resultaría más complicada.