Nuevos hallazgos confirman que antes de los romanos ya se habitó Viladonga

Xosé María Palacios Muruais
XOSÉ MARÍA PALACIOS VILALBA / LA VOZ

LUGO

PALACIOS

Muros aparecidos junto al aljibe que se descubrió hace dos años ratifican un anterior poblamiento

01 jun 2023 . Actualizado a las 20:03 h.

El castro de Viladonga, como otros muchos, estuvo habitado antes de la llegada de los romanos. No obstante, los trabajos actuales y otros de los últimos años han venido a ratificar ese detalle y a ofrecer además claras muestras de esa etapa. Las actuales tareas de investigación y de consolidación en parte del recinto, realizadas por la empresa Terra Arqueos y reanudadas esta semana tras el parón impuesto por el covid-19 y por el estado de alarma, están siendo un paso más en esa confirmación.

Cerca del aljibe aparecido en la campaña del 2018 se están consolidando los muros de una vivienda. En la base se ven restos de una construcción anterior, de la misma época que otras halladas en las excavaciones del pasado año. El tipo de piedra es diferente al de los muros que se levantaron después en esa misma parte de la croa del castro.

En cuanto al depósito de agua, también parece claro que su origen es anterior al de la ocupación romana en el castro. Miguel López, responsable de Terra Arqueos, manifestó ayer que seguramente fue construido en el siglo III antes de Cristo o incluso antes. El aljibe tenía unos tres metros de profundidad, algo que se puede apreciar al verlo, y una distancia de unos once metros entre algunos de sus lados.

Parece claro que recogía aguas de corrientes que confluían en su interior. Pero también los que trabajan en las excavaciones se mueven con unos indicios en los que casi parecen certezas: así, Miguel López cree que en el castro tuvo que haber más aljibes. Lo que está previsto a corto plazo es consolidar también los muros de esa construcción, igual que los de las viviendas, con unas consecuencias que no resultarán inadvertidas a los visitantes: «Ganará en monumentalidad», dice.

Tierra que se guardará

Al equipo de Terra Arqueos, cuyos trabajos financia la Xunta con fondos del programa Feder, le quedan todavía semanas de actividad en Viladonga. Una de las medidas ya tomadas es que una parte de la tierra removida en esta campaña se entregará al museo. Quedará guardada por si más adelante quiere utilizarse para tomar datos o para confrontarlos con los que se obtengan en posteriores investigaciones.

También la parte norte y este del adarve de la muralla será excavada y consolidada en esta campaña. En anteriores trabajos aparecieron escaleras de acceso al adarve, pero también quedaron al descubierto pasillos que quedaban entre las construcciones y la muralla.

Por otro lado, la reanudación de los trabajos ha incluido además la realización de tareas de limpieza y de desbroce. La abundante vegetación que en semanas pasadas cubría algunas zonas del castro ya ha desaparecido.

«Cada generación realiza investigaciones con sus medios»

Igual que unos muros primitivos quedaron tapados por otros, las primeras campañas de investigación en este castro fueron continuadas por otras. Los restos de los primeros muros están ahora a la vista y son una muestra de la ocupación prerromana; las campañas que ya en la década de los setenta se realizaban en Viladonga, con el arqueólogo Chamoso Lamas como cabeza visible, fueron un valioso primer paso para que hoy se pueda conocer con claridad y apreciar este yacimiento.

40 años después de aquellas primeras campañas, a Miguel López no parecen caberle dudas de que en cada etapa se trabaja con unos criterios. «Cada generación realiza investigaciones con sus medios», asegura, convencido de que en un recinto como el de Viladonga se dispone de una riqueza presente en pocos lugares.

«Aquí se ve todo un conjunto, y eso merece un gran respeto», explica sobre los trabajos anteriores. Esa idea de continuidad está en la base de la decisión de dejar tierra de los actuales trabajos en el museo. «Se tomará como referencia en investigaciones futuras», afirmó,

Mientras tanto, en el entorno del castro también hay trabajos que empiezan a dar frutos tímidamente. En la zona comprendida entre la carretera N-640 y la zona donde están situados el museo y el yacimiento se realizaron cortas de árboles que permiten una amplia vista del terreno situado hacia el este, pertenecientes a los municipios de Castro de Rei y de Pol.  que rodean la croa por el sur y por el oeste, una cuestión que lleva tiempo planteada y que permitiría apreciar las vistas de un amplia zona de la comarca chairega.