«Un triunfo que calma el ambiente en el entorno del Breogán»

Ricardo Hevia POR RICARDO HEVIA

LUGO

ALBERTO LÓPEZ

La victoria sobre el Coruña fue aplastante, contra todo pronóstico, pero ¿resuelve todos problemas?

22 dic 2019 . Actualizado a las 18:27 h.

Se esperaba al Leyma Coruña en el Pazo Universitario como líder de la ‘liga gallega’, con una impecable trayectoria, y todo hacia presagiar un magnífico partido con el añadido de la enorme trascendencia que tenía para el Leche Río Breogán. Desgraciadamente, no solo no fue un magnífico partido, sino que ni tan siquiera hubo partido. De ello se encargó un equipo breoganista que salió furioso desde el salto inicial y también contribuyó un Leyma al que las ausencias de dos hombres tan importantes como Peciukevicius y Hamilton dejaron paralizado; especialmente la del base, que no tuvo reemplazo. Maiza dirigió fatal y sigue con su particular guerra con el triple; lanzó nueve para convertir dos, lo que sumado al 0/6 de la semana anterior, nos lleva a un porcentaje del 15 % de acierto. Nuestro vecino Pablo Ferreiro lo hizo bastante mejor. Por ahí se rompió el partido, entre robos de balón y un buen rebote para aprovechar los innumerables errores en el tiro de los coruñeses. El Breogán voló y puso tierra de por medio en un suspiro. Jeff Xavier anotó en un instante todos sus puntos, preludio de un partido horrible para él (1/9 en triples). El acercamiento a 10 puntos en el segundo cuarto fue un espejismo. El guion del partido estaba escrito y no varió ni una línea. Leyma Coruña, además de bajas, sufrió mal de altura y el Breogán supo verlo con rapidez. Fue una tarde perfecta para calmar el ambiente. Mucha anotación y pocos puntos encajados. ¿Resueltos todos los problemas? Ojalá, pero pongamos en su justo valor todo lo que se vivió el sábado en el Pazo Universitario unido a lo que vivimos durante 30 minutos en la cancha del Palma.

Transcurridas 14 jornadas, quien tiene la obligación de tomar decisiones debe de tener claro sin esta plantilla ha de seguir hasta el final o procede realizar alguna corrección. Aún queda en la recámara una bala de extracomunitario y con la jornada 15 en el horizonte cada vez resta menos tiempo para posibles sustituciones y, también, menos tiempo para corregir posibles errores si se siguen produciendo.