O Garañón, o cómo el PSOE de Méndez intenta olvidar a Orozco

LUGO

02 dic 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

«El político es un maniquí al que vestimos los periodistas». El gran Umbral, siempre un punto tremendista, sabía bien lo que decía cuando escribió lo que escribió. En Lugo se ve bien cuánta razón tenía Umbral. Van llegando al poder local y provincial, y a su entorno, traídos por la pleamar electoral, políticos tan escasamente conocidos como faltos del calor del respaldo popular. Y los periodistas vamos tejiendo el traje que acaba por vestir al maniquí, tan desnudo de méritos propios como dispuesto a administrar la hucha pública.

En Lugo, los periodistas narraron y narran los esperpentos pasados y presentes vividos en el escenario de los edificios institucionales. Con las elecciones locales a la vuelta de la esquina, el gobierno provincial, presidido por Darío Campos, está en pleno desarrollo de una campaña de imagen que haga olvidar los aún muy recientes días en los que la Diputación de Lugo fue noticia de alcance nacional. Y no por sus éxitos en la gestión de lo público. En el mismo proceso parece incluida la extraña metamorfosis de la TIC y de la evolución laboral de su personal. También el curioso caso de la sociedad Suplusa, que viene a ser el fortín en demolición desde el que Manuel Martínez trata de resistir un asalto más en su titánico pulso con el PSOE. Muchos ya han olvidado que Martínez fue uno de los pilares del PSOE en la provincia y que quienes hoy gobiernan bajo estas siglas le deben parte de sus poltronas.

Es cosa de ver cómo intentan algunos, apenas superada la primera prueba del traje, «matar» (Freud dixit) al padre. O Garañón es una manifestación del deseo freudiano de una parte del PSOE municipal y espeso de librarse del dominio «paterno», de Orozco. Solo así cabe entender que el PSOE se enmiende a sí mismo, con propuestas como la que la oposición derrotó en el más reciente pleno municipal. Orozco envió mensajes bien claros vía tuit a su sucesora, Lara Méndez. El exalcalde dijo a los partidos de la oposición, bajo disfraz de crítica, que lo que habían propuesto y acordado (frente a la iniciativa de Méndez, cabe aclarar) es lo mismo que él firmó en el convenio con el promotor. Lo distinto, por tanto, es lo de Méndez, la zona verde de O Garañón. Que es un traje que gusta. También a los periodistas de los que hablaba Umbral