Prevé una final «muy complicada» este sábado que nada tendrá que ver con el cruce liguero
01 feb 2018 . Actualizado a las 13:15 h.«Jugar la Copa es muy diferente», «no tiene nada que ver con la liga regular», dice Ángel Sevilla tras una pausa. Él lo sabe bien. Vivió dos veces la Copa Príncipe con el Breogán (las dos perdieron). «Una fue en Pineda de Mar, acababa de llegar Paco García y nuestra presencia fue testimonial porque entonces el equipo estaba fatal. La otra fue en Alicante y también nos eliminaron», explica. Como jugador fue finalista en la Copa del Rey con Manresa, en 1980. Perdieron contra el Barça en Ferrol y recuerda que «fue espectacular, porque yo acababa de llegar del OAR. Palmamos de nueve», dice de memoria.
«Son partidos muy complicados siempre, pero encima estamos hablando de dos grandes equipos», comenta centrándose en el duelo del sábado (Pazo, 20.45). «Ahora tiene que salir el baloncesto trabajado durante estos meses, serán muy importantes los recursos tácticos adquiridos y por eso será un enfrentamiento muy diferente al que vimos en la liga», analiza Sevilla.
Su experiencia le dice que hay muchos factores que pueden decantar el partido y señala al ambiente, los árbitros o los propios jugadores como elementos a tener en cuenta: «En este tipo de partidos no importa quién tiene más dinero para elaborar una plantilla, tampoco es decisiva la historia, ni si quiera el baloncesto, aunque por su puesto todo influye, pero creo que será importante para ganar el que se adapte mejor a los problemas técnicos». Dice que no hay que hacerle mucho caso a lo que ocurra en el primer cuarto porque «este no es el típico partido que se resuelva en diez minutos, aunque ir por delante en el marcador por supuesto es una ayuda considerable», razona.