Tiran agua con lejía a una anciana desde el edificio okupa de A Milagrosa

Xosé Carreira LUGO / LA VOZ

LUGO

OSCAR CELA

«Mi madre, de 92 años, pudo morir si le da el caldero en la cabeza», dice su hija

21 oct 2017 . Actualizado a las 20:24 h.

Una mujer de 92 años fue alcanzada con agua mezclada con lejía que le fue arrojada desde una ventana del polémico edificio okupa del Camiño Real, en el barrio de A Milagrosa. Los ánimos vecinales en contra de los moradores de este inmueble, fuente de constantes problemas, están muy subidos de tono. La hija de la anciana afectada fue a la comisaría a presentar una denuncia y, según contó ayer, le pidieron que presentara un parte médico de lo que le había ocurrido a su madre.

El incidente sucedió la pasada semana en el 118, el polémico inmueble en el que entraron a vivir varias familias. Los vecinos se quejan de constantes problemas y también presuntas amenazas. Aseguran que hay conexiones supuestamente ilegales a la red de aguas y también al tendido eléctrico. Hace meses que reclaman soluciones, pero estas no llegan. La alcaldesa estuvo ayer en el exterior del inmueble y habló con algunos vecinos, dentro de un recorrido que hizo por algunas zonas del barrio.

La hija de la mujer afectada explicó que la llevaba por la calle en su silla de ruedas. Justamente cuando pasaban por la misma acera del edificio okupa, cayó sobre ella agua y lejía que contenía un caldero que alguien arrojó desde una ventana. El recipiente fue a parar a la acera sin alcanzar a la mujer. «Si le hubiera caído en la cabeza posiblemente la mataría», explicó la hija.

«Todo ocurrió sin más ni más. Fue sobre las nueve de la noche del pasado jueves. Llamé al 091 y aquí se presentaron policías locales, pero el autor del hecho no apareció», explicó la hija de la afectada. Al día siguiente se presentó en la comisaría de policía para formular la correspondiente denuncia por lo ocurrido, «pero me dijeron que tendría que llevar a mi madre a urgencias y presentar el correspondiente parte médico».

Las consecuencias de lo ocurrido para la mujer afectada fue que ahora sufre un episodio de estrés, «además del correspondiente constipado». «Si estoy ahora aquí -dijo haciendo referencia a la Praza de A Milagrosa donde un grupo de vecinos recibió ayer a la alcaldesa- es para que busquen una solución a este gran problema».