«Ya tengo alguna oferta para convertir la novela en un guion cinematrográfico»

antón grande LUGO

LUGO

Recurre a la Cuba de la esclavitud para ambientar su nuevo trabajo, «Una casa en Amargura», que presenta mañana

24 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Elisa Vázquez de Gey es una filóloga lucense con un importante trabajo literario a sus espaldas, como la biografía Anita Delgado, Maharaní de Kapurthala, la novela histórica El sueño de la Maharaní o la biografía La princesa de Kapurthala. Con esta nueva obra se adentra en el esclavismo español en Cuba durante el siglo XIX que incluye un meritorio trabajo lingüístico e historiográfico de la época. Mañana miércoles, a partir de las siete y media de la tarde, en la librería Trama presentará esta novela y firmará ejemplares.

-De la India a La Habana. ¿Cómo surgió la idea de esta nueva novela?

-En un congreso de profesores de francés al que asistí en la isla de La Reunión, salió a relucir que se celebraba el 150 aniversario de la abolición de la esclavitud. Un profesor de la zona que asistía me contó la historia de su abuela, que había sido esclava y que lo primero que hizo cuando le dieron la libertad fue pedir dinero para comprar un esclavo. Lo que quería era comprar a su marido, que aun seguía en la esclavitud, como así hizo. Pensé que tras esta historia tenía que haber otras muchas y me puse al trabajo, que duró ocho años de investigación en archivos de diferentes países y con raíces en Francia, Cuba y Galicia. Curiosamente España, que fue un país esclavista, ha borrado de su historia todo tipo de documentación mientras que en Cuba existen numerosos documentos.

-La novela incluye un importante trabajo filológico en la búsqueda de modismos, argots, etc.

-Soy filóloga y se nota, pero tuve que investigar mucho y se aprecia en la novela porque aparecen tres clases de lenguas: la del esclavo-esclavo, la del esclavo que dicta porque ha mejorado y la de la clase alta, además de los chinos.

-¿Qué pintaban los chinos en Cuba?

-En la época del presidente Lincoln fueron expulsados de EE.UU. por racismo y muchos se fueron a Cuba. Unos eran ricos e instalan trenes de lavado, restaurantes, etc. en tanto que los pobres pasan a ser esclavos.

-Es de suponer por lo tanto que no es una novela que tenga fácil traducción a otros idiomas.

-Creo que no se producirá esa dificultad porque con los buenos traductores que existen, incluso cubanos, no tiene porque existir problema en este sentido.

-Otro aspecto destacado de la novela es la descripción de la vida cotidiana de La Habana en aquellos años.

-Y el trabajo que me ha llevado conseguirlo, pero sí que es cierto e incluso en varios países se han interesado por esta parte de la novela porque la trato muy a fondo y que influye incluso en el ritmo de la misma lo que hace que el lector, y esto me lo han comentado muchas personas, trate de llegar al final para saber cómo acaba la historia, es decir, que el lector se siente ansioso en la lectura.

-El libro incluye muchas historias reales pero quizás la que más sorprende es la de los gallegos que fueron enviados a Cuba como esclavos, y engañados, debido a las argucias de otro gallego, Urbano Feijóo.

- Urbano Feijóo era ourensano, de Viana do Bolo, y diputado español en Cuba por las colonias. Cuando los ingleses y los franceses decidieron eliminar la esclavitud, España la seguía manteniendo por ello, barcos de esas dos nacionalidades atacaban a los buques negreros que intentaban llegar a Cuba y liberaban a los esclavos. Urbano Feijóo se reunió entonces con los terratenientes cubanos que empezaban a encontrarse con falta de manos de obra esclava y les propuso traer a gallegos. Bajo el engaño de que iban a encontrar trabajo, logró llevarse de aquí a 1744 personas que al llegar a La Habana se encontraron con que eran tratados como esclavos, metidos en barracones con los negros esclavos e incluso con una soldada menor. Alguno de ellos logró, pasado el tiempo, comunicarse con su familia y la cosa llegó a las Cortes españolas en donde se montó un buen lío y los esclavos gallegos, los pocos que quedaban vivos, quedaron libres. Curiosamente el tal Urbano Feijóo, después del follón, volvió a ser reelegidos como diputado colonial en Cuba.

-Usted forma parte de una editorial, Torremozas, formada exclusivamente por mujeres. ¿Qué papel tienen las mujeres en esta novela?

-Las principales protagonistas son mujeres y además, muy valientes y con mucho carácter. Pero tengo que añadir que he publicado también en otras editoriales como Planeta, Grijalbo o Ediciones B que es la que me publica ahora.

-La novela, sin lugar a dudas, podría dar lugar a un guion cinematográfico.

-Efectivamente, y ya tengo alguna oferta al respecto. Estamos trabajando ya en el guion pero de momento no quiero adelantar acontecimientos aunque ahora sería el mejor momento para una película dada la transformación y la actualidad que tiene Cuba.