Precauciones en casa ajena

Xurxo Fernández Fernández
xurxo fernández A CORUÑA / LA VOZ

LUGO

Víctor solo permite asumir riesgos a los hombres de ataque y Luis Alberto es el jugador del Dépor al que más balones roban.
Víctor solo permite asumir riesgos a los hombres de ataque y Luis Alberto es el jugador del Dépor al que más balones roban. ANTONIO JUáREZ < / span>lof< / span>

La minimización de riesgos en zona defensiva, clave en el rendimiento del Dépor como visitante

06 oct 2015 . Actualizado a las 11:11 h.

El ciclo es breve y se ha repetido en cuatro ocasiones: despiste y gol. Los tantos recibidos por el Dépor a domicilio han sido fruto de excepciones que confirman la regla: la plantilla que dirige Víctor Sánchez apenas se mete en líos lejos de Riazor. La consigna de extremar precauciones tiene fácil traducción en el apartado estadístico, y la ruptura de la disciplina de grupo ha costado tres dianas y dos puntos (en Valencia, el fallo fue en el marcaje a balón parado). Cuando actúa como visitante y una vez que el plantel blanquiazul se ha colocado sobre el campo, ningún rival ha encontrado de momento el modo de superar todas sus líneas. Un mal despeje en largo (ante el Rayo), una pérdida de marca en un saque rápido de banda (frente al Betis) y dos rechaces que llegaron a pies del rival (contra el Granada) generaron los tres goles que ponen un pero a la obcecación blanquiazul en evitar complicaciones.

En los tres casos estuvo implicado Pedro Mosquera, lo que más que suponer una tacha en el bagaje del coruñés expone su enorme incidencia en el juego deportivista. Por él pasa cada inicio de jugada, siguiendo una fórmula patentada por el argentino Ricardo La Volpe y que en España fue recurso habitual del Barça de Guardiola: los centrales se abren y dejan sitio para que un centrocampista multiplique los hombres a neutralizar por la primera línea de presión rival.

El ex del Elche interpreta a menudo este rol, aunque es en Riazor donde más acostumbra a incrustarse entre la zaga para mover desde allí al equipo. Los adversarios suelen aliviar la presión cuando ejercen de visitante y eso da tiempo a Mosquera para afinar su puntería. En casa se convierte en el tercer futbolista de Primera con más éxito en el desplazamiento en largo, por detrás de Mascherano y Trashorras. El acierto supera el 80%, pero se reduce al 40% lejos de A Coruña.

De Mosquera a Lux

El protagonismo pasa entonces a pies de Lux, que dispara sus intervenciones con el pie a domicilio (un 27% más) al tiempo que reduce su efectividad (del 60 al 42%). Es el portero quien ejemplifica las dos caras del conjunto blanquiazul: el que más pases en largo falla cuando juega fuera y el segundo que más acierta cuando actúa de local.

El dato negativo admite otra interpretación: los pelotazos evitan comprometer al equipo en las inmediaciones del área. Para un Dépor al que es poco menos que imposible meterle mano cuando está bien plantado en defensa, resulta fundamental evitar imprevistos. En los desplazamientos, sus jugadores se convierten en los segundos que menos balones se dejan birlar de los pies, tras los de la Real Sociedad. Jugando en casa, les pasan por delante los del Real Madrid y el Barça.

En Granada, Arribas fue el único zaguero que se dejó (en una ocasión) arrebatar el cuero. En el Villamarín fue Laure; y ante el Rayo y el Valencia, Navarro. Los riesgos se toman mucho más arriba, donde Víctor da a los suyos licencia para improvisar. Luis Alberto (por dos veces) y Jonathan Rodríguez (en Los Cármenes) han sido los que más balones han perdido al encarar al adversario.

El planteamiento incrementa también el trabajo de los hombres altos del equipo, que a domicilio pelean por muchos más balones colgados que en Riazor. Se dispara el éxito en las disputas: fuera son los cuartos que más duelos ganan. En casa caen al puesto 16.