Ejecutivos de la Cámara dicen que pusieron dinero de su bolsillo

Dolores Cela Castro
dolores cela LUGO / LA VOZ

LUGO

OSCAR CELA

Lo hicieron para evitar cortes de luz y así impedir el cierre del edificio

11 sep 2014 . Actualizado a las 06:59 h.

El equipo de gobierno de la Cámara de Comercio entregó en persona a la directora xeral de Comercio, Sol Vázquez Abeal, el acta de la reunión plenaria del pasado 10 de junio, en la que anunciaban su marcha, según hizo constar ayer el presidente dimisionario, Luis Abelleira. Compareció acompañado de todo su equipo para informar de la situación en la que se encuentra la corporación de derecho público por la ausencia, según constataron del apoyo de la Xunta. Mediante el acta, entregada por el vicepresidente, le comunicaron su intención de irse en caso de que no fuera aprobado el plan de viabilidad propuesto. «Esta decisión -recoge - está fundamentalmente apoyada en que se están observando últimamente demasiadas irregularidades que se nos van notificando, unas de forma oficial y otras de forma más anónima, cometidas por el ejecutivo anterior y que no fueron resueltas por la comisión gestora».

Como ejemplo señalan que los adelantos de las empresas para ejecutar misiones comerciales pudieron emplearse en otros pagos «que nada tuvieron que ver con el proyecto». Recoge que el ejecutivo no está dispuesto «a seguir prolongando en el tiempo esta situación de riesgo que se puede hacer extensible por no denunciar la situación actual».

En ese mismo pleno, el presidente informó a los asistentes de la ausencia de actividad en la Cámara de Comercio por falta de recursos económicos. En el acta figura que los miembros del comité y del pleno están asumiendo como gastos personales los viajes fuera de Lugo en representación de la entidad. «Además de esta circunstancia -añade el documento- para la intervención de notarios, abogados o cualquier tipo de profesional liberal hay que hacerlo a base de pedir favores personales para que los servicios sean gratis». Señala también que en alguna ocasión el comité puso dinero de su bolsillo para evitar cortes de luz, del ascensor o de otros suministros.

El equipo dimisionario fue informado en esa sesión del aumento de la deuda salarial del personal laboral y de que no pudieron cumplir ni el primer plazo del convenio firmado en su día con la Tesorería General de la Seguridad Social. También le comunicaron que habían tenido que renunciar al programa Innocámaras, en el que se habían suscrito 15 empresas, por falta de recursos económicos.

La propuesta rechazada por la Xunta consistía en que la Consellería de Economía se quedara con los dos edificios «a modo de compra o a modo de préstamo a largo plazo, para liquidar las deudas y poder empezar a hacer las gestiones oportunas, tanto con los empresarios como con las administraciones para empezar a gestionar una Cámara con tres trabajadores y con el tiempo consolidarla».