La Cámara de Comercio de Lugo tiene un agujero de 5,3 millones de euros

La Voz

LUGO

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El presidente dimisionario responsabilizó a la Xunta de la situación a la que llegó la entidad, como administración tutelante, al haber aprobado la gestión y los presupuestos

10 sep 2014 . Actualizado a las 14:48 h.

La Cámara de Comercio de Lugo arrastra una deuda de 5,3 millones de euros, según trascendió esta mañana. Los datos los facilitó el presidente dimisionario, Luis Abelleira Mayor, en una comparecencia ante los medios para explicar las razones de la marcha en bloque del pleno de la entidad. Compareció arropado por su equipo y con el apoyo de la Confederación de Empresarios de Lugo. Abelleira admitió la deficiente gestión de la Cámara, pero de ella responsabilizó también a la Xunta, que es la administración tutelante, por aprobar la gestión y los presupuestos de la institución de los últimos años. "Este agujero -dijo- no se forma ni en uno, ni en dos, ni en tres años".

El presidente dimisionario insistió en que tomaron el acuerdo plenario de abandonar la entidad, ante la imposibilidad de poder gestionarla, como consecuencia de que todas las cuentas están embargadas por los juzgados. Insistió en que su equipo y él no están dispuestos a implicarse "en ninguna posible responsabilidad civil, penal o de cualquier otra clase por dejar sin servicio a la UNED y sin pagar a los proveedores". Dijo también que no querían pasar a la historia empresarial por haber malvendido el patrimonio de la Cámara de Comercio y para no perjudicar a los trabajadores.

Abelleira puso de manifiesto también que el grupo de gobierno no quería estar al frente de la entidad "cuando la Xunta tome la decisión de que, según la Ley Nacional de Cámaras en cada provincia haya una y la de Lugo se haga depender de otra provincia gallega".

Según Abelleira, la apuesta del empresariado lucense es que exista una única cámara gallega, de la que dependieran todas las demás y con las funciones y personal que cada provincia decida en su momento.

El pleno presentó su dimisión, que será efectiva a partir del día 15 de este mes, después de que la Xunta no admitiera una propuesta que consistía en liquidar las deudas mediante compra o préstamo a largo plazo, por parte de la Xunta, de los dos edificios que pertenecen a la entidad, el de la avenida de Ramón Ferreiro y el de Augas Férreas.