Ocupantes del microbús siniestrado dicen que se excedió la velocidad
20 feb 2013 . Actualizado a las 07:05 h.Familiares, amigos, víctimas y conductor volvieron a verse ayer las caras en el juzgado penal número 2 de Compostela, después de casi cuatro años del accidente que sufrieron las jugadoras del club Emevé de voleibol en Santiago. Fue el momento de los testigos, aunque de los dieciocho previstos finalmente solo declararon diez, y algunos en apenas dos minutos.
Comenzó el acusado, Federico Ferreiro, quien llevaba unos cuatro meses en autocares Bernardo trabajando cuando ocurrió el accidente. Policía nacional jubilado, asegura que notaba inestable la dirección, pero nunca le había pasado nada. Al acercarse a la fatídica rotonda frenó, «a unos diez o quince metros. Y fue ahí cuando el coche pegó el volantazo y el coche se fue». Aseguró que menos las tres fallecidas todas llevaban cinturón, y que en ningún momento oyó al padre de una de las fallecidas que iba en el vehículo cuando le dijo «¿a dónde hostias vamos?».
Fue precisamente el progenitor de Aida Cela, José Antonio Cela, quien insistió en que exclamó esa frase antes de llegar a la rotonda ante la sensación de velocidad. Cela, que fue despedido de su trabajo como delegado de ventas de una empresa a los pocos meses tras dos décadas trabajando por su estado de estrés pos traumático y depresión, insistió en que iban por el carril de adelantamiento «a mucho más de a 40 por hora».
Otra de las ocupantes aseguró que no se puso el cinturón «porque estaba roto». Al acercarse a la rotonda «tuve la sensación de estar yendo demasiado rápido, ¿qué pasa aquí?», explicó María Jesús. Todas insisten en que iban sentadas, y de hecho hay un vídeo que grababa Vanesa López. «Iba sentada grabando y cuando noté el bamboleo miré hacia delante. El bamboleo fue antes de entrar en la rotonda», sostiene.
Problemas con el freno
José Luís Grueira, ex compañero de Federico Ferreiro, asegura que la última vez que condujo el microbús notó que se iba un poco hacia la izquierda. Se lo dijo al jefe y al día siguiente lo llevó al taller. Cuando le ocurrió a él «controlé perfectamente el vehículo».
crónica arranca el juicio por el accidente de las jugadoras del emevé en santiago