José Mourelle Cillero: «Las diputaciones tienen hoy más sentido que nunca»

Enrique Gómez Souto
enrique G. Souto LUGO / LA VOZ

LUGO

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Considera demagógicas las propuestas para fusionar municipios

18 feb 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Es el secretario de la Diputación Provincial y antes fue asesor jurídico del Ayuntamiento de Lugo. José Mourelle Cillero (Lugo, 1960) es licenciado en Derecho y Ciencias Políticas, así como máster en Administración Pública. Profesor en la UNED de Derecho Administrativo, desde su dilatada experiencia al servicio de las instituciones locales dice que las diputaciones son hoy más necesarias que nunca y se muestra contrario a la fusión de municipios.

-Con la perspectiva que le da su conocimiento de la Administración, ¿qué justifica hoy la permanencia de las diputaciones? De mantenerse, ¿cuál debe ser su papel primordial?

-Creo que las Diputaciones provinciales, como gobiernos locales intermedios, tienen hoy más sentido que nunca, como apoyo imprescindible a los municipios, especialmente a los de menor población. Es la cooperación con dichos municipios la razón de ser de los organismos provinciales. La fórmula es el trabajo en red entre las entidades, lo que permite aplicar economías de escala.

- Vista desde Lugo, ¿es necesaria una reforma de la Administración local? Si lo es, ¿cuáles son los cambios más urgentes?

-Hay consenso en que es imprescindible una reforma, pero no puede hacerse creer que es en la administración local donde están todos los males. Existen disfunciones en todas las administraciones, mejor dicho, en todos los poderes públicos, tanto en la administración publica como en el poder legislativo y el poder judicial y creo que las reformas hay que acometerlas en su conjunto, no de una forma parcial. En el ámbito de la administración local, hay dos que son esenciales: la clarificación del sistema de competencias y la resolución del problema de financiación

- En Lugo hay municipios de muy reducido tamaño y muy escasa población. La fusión, ¿reportaría más ventajas que inconvenientes?

-Aunque no sea la corriente mayoritaria de opinión, yo soy totalmente contrario a la fusión de municipios. Este asunto se está utilizando de forma demagógica, para hace creer al ciudadano que en ella está la solución a todos los males de la administración local. Yo creo que hay una cuestión identitaria muy importante de la que no se puede privar al ciudadano. Todo el mundo tiene derecho a sentirse identificados con su tierra.

-Pero, en todo caso, y desde la propia experiencia provincial parece que habrá que buscar nuevos enfoques a la prestación de algunos servicios...

-Eso sí. Es imprescindible para una prestación más racional y eficiente. Pero eso se puede conseguir sin hacer desaparecer ayuntamientos. El problema económico en el que nos encontramos no se resuelve suprimiendo concejales de pequeños municipios, en los que la mayoría no perciben retribuciones. Antes habría que actuar en otro tipo de ámbitos territoriales en los que se han producido un aumento espectacular del gasto al haberse multiplicado por 17, entes entidades y organismos de dudosa eficacia al ser una mera copia de los que existían, y aun existen, en el Estado. En el ámbito estatal existen instituciones como puede ser el Senado que, en su formulación actual, carece de función práctica y supone un gasto importantísimo.

-La relación del ciudadano con la Administración acusa la creciente desconfianza hacia los políticos. ¿Qué pueden hacer los profesionales de los servicios públicos para romper esta tendencia?

-Todos los que nos dedicamos a la función pública, en el amplio sentido de la palabra, tenemos en nuestras manos el mecanismo idóneo para recuperar la imagen que se tiene, en muchos casos justificadamente, por parte de los ciudadanos. Y este mecanismo es el cumplimiento por parte de todos [insiste en el todos] de la legalidad.