«Hay que explorar la zona para saber qué hace ahí el monumento»

Laura López LUGO / LA VOZ

LUGO

PROPIAS

Diversos enigmas rodean el edificio, como su ubicación y función

03 feb 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Enrique Jorge Montenegro Rúa (Vigo, 1964) trabaja como informático en la administración pública. Pero su pasión es la historia y, concretamente, el monumento lucense de Santa Eulalia de Bóveda. Tanto que este licenciado en Geografía e Historia -y actualmente doctorando- está elaborando una tesis sobre Santa Eulalia, monumento sobre el que ya ha publicado monografías y artículos en revistas especializadas. Recientemente elaboró un estudio arqueológico comparativo entre Santa Eulalia de Bóveda y el Castro de Corvazal.

-¿Qué similitudes encontró?

-Hay semejanzas a nivel constructivo, por ejemplo, en relación con la piscina. En Santa Eulalia el agua mana del propio monumento, del subsuelo, y ese mismo sistema lo observé en el castro. Esto significa que pueden ser coetáneos. El castro de Corvazal tienen datada su última ocupación en el siglo I. Santa Eulalia se considera más tardía, con distintas fases, pero empezaría en la época Bajo-Imperial, sobre el siglo III, pero por lo menos hubo un sincronismo en el tiempo.

-¿Por qué se considera enigmática su ubicación?

-Está en un valle, el de Mera, con mucha riqueza arqueológica, de mámoas, casas señoriales, infinidad de castros... de la época medieval, visigoda... Pero es raro, que con esa riqueza y vinculación a oriente, esté lejos de Lugo. Y, sobre todo, es raro que estuviese tan bien conservado y alejado accesos. No ahora, pero cuando se descubrió estaba en una zona aislada. Hemos encontrado materiales romanos, pero nada que pudiese justificar su presencia ahí. Hay que explorar la zona para saber qué hace ahí el monumento ahí.

-¿Hay acuerdo sobre la función del monumento?

-Una monografía de José Luis Martí, de finales de los años veinte, lo considera el primer templo cristiano de España. También hay teorías que lo ven un templo de culto a las ninfas. En los años cincuenta, Manuel Chamoso descubrió la piscina, y se cree que era de un templo romano dedicado a las ninfas. Otras teorías hablan de un mausoleo romano, y otras defienden que es un templo a Cibeles, pero en mi opinión esta última no tiene base científica.

-¿Por qué eligió este monumento para hacer su tesis?

-Viví durante seis años en Lugo y conocí Santa Eulalia de Bóveda. En el 2000 me trasladé a Madrid y comencé una investigación y doctorado sobre el mundo romano. Fue entonces cuando surgieron detalles sobre Bóveda. Empezó mi curiosidad y saltó la chispa, sobre todo porque había estado en Lugo, así que me sumergí a fondo en ello.

-¿Sobre qué lagunas arrojaron luz hasta ahora las investigaciones?

-Las columnas interiores, junto a la piscina, están muy desgastadas y parece que eran de la iglesia primitiva que había encima. En el siglo XVIII fue cuando se hizo la iglesia actual, en un lateral; la anterior, románica, estaba encima del monumento Santa Eulalia. Las columnas se encontraron encima de los escombros que tapaban la piscina. ¿Qué podía ser? En los años cuarenta, Chamoso Lamas actuó por los problemas de humedades. Le dijeron que el pavimento tenía anomalías y fue cuando descubrió la piscina, donde el agua se mantenía al mismo nivel. Él localizó cómo desaguaba, pero no cómo llegaba. El suelo está debajo del nivel friático y no se inunda, por eso las paredes están encima del pavimento, para que el agua no suba por los muros. Esto es lo mismo que localicé en una fuente del Castro de Corvazal, dos receptáculos de agua, con los muros en las mismas piedras. Ambos monumentos están muy cerca, por lo que el pavimento inicial de Bóveda y del castro son coetáneos. Además, coinciden también en el sabre, una arena que se descompone de rocas de granito. Santa Eulalia está encastrada en una roca de sabre y el castro también.

-¿Para qué servía la piscina?

-Junto a la piscina apareció un trozo de lápida, un exvoto, por lo que se vincula a veces a un centro de salud. Además, hay imágenes de lisiados en las pinturas, por lo que se pensó en un ninfeo. De hecho, Chamoso Lamas, que fue quien la descubrió, pensó en un centro salutífero o de ninfas. Pero también hay teorías que la relacionan con el mundo funerario.

-¿Hay similitudes entre Santa Eulalia y otros templos?

-Santa Eulalia es única, no hay nada parecido en el mundo, por eso es tan difícil su interpretación. Por ejemplo, tiene un atrio delante y no hay nada conocido así. Aunque pueden encontrarse similitudes con cualquier iglesia romana que tenga una cripta anterior, termal u otra; las iglesias suelen estar vinculadas a yacimientos romanos. Tiene también una gran influencia oriental y griega. Se encuentran similitudes en el monumento de Isnik (Turquía), lo que reforzaría la función funeraria de Bóveda y semejanzas con monumentos funerarios de Rusia y Siria. También hay parecidos en las pinturas en Bulgaria.

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