El aeródromo de Rozas cerró a primera hora de la tarde de ayer las actividades programadas en el marco de las séptima edición de su Critérium Aeronáutico. Oficialmente, la despedida fue en la noche del sábado, con una cena en el restaurante del hotel Méndez Núñez. En la mesa presidencial, además del máximo responsable del Real Aeroclub, Luis Abelleira, estuvieron: Ignacio Azqueta, general de división y subdirector general de coordinación y planes del Instituto Nacional de Tecnología Aeroespacial (INTA); Ramón Carballo, subdelegado del Gobierno; José Manuel Rozas, jefe territorial de Presidencia; Cristina Díaz Pan, de la fundación Aena; el alcalde de Lugo, José López Orozco; Carmen Rodríguez Augusti, subdirectora del INTA; subdelegado de Defensa, Ricardo Cuesta; la diputada provincial Pilar García, y Bartolomé Márquez, subdirector del INTA. Ignacio Azqueta pronunció unas palabras en relación con la labor del Instituto y de su actividad en Lugo, donde el citado organismo incrementará sus ensayos y pruebas con aviones no tripulados.
Camaradería
En las mesas reinó el buen ambiente de la camaradería. Según indicaron fuentes de la organización se cuidó de que los productos más representativos del menú fueran de origen gallego, como la carne y el vino.
A por el siguiente
Entre los asistentes a la cena se daba por seguro que el Critérium Aeronáutico de Rozas tendrá nuevas ediciones. El presidente del Real Aeroclub de Lugo, Luis Abelleira, demostró una vez más que la veteranía es un grado.
Fin de fiesta
Durante la mañana de ayer se celebraron las últimas y variadas actividades incluidas en el programa para esta edición. Hubo una considerable cantidad de lucenses que decidieron acercarse a las instalaciones de Rozas. El simulador de vuelo, que permite experimentar las sensaciones del piloto de un caza, fue una de las principales atracciones. Como no podía ser menos, tuvo especial protagonismo el aparato no tripulado que se mostró este fin de semana en Rozas. Además hubo vuelo de ultraligeros y una demostración a cargo de dos aviones del servicio de extinción de incendios. Para quienes quisieron aprovechar el tiempo para darse un paseo por tierra, la organización puso a su disposición unos cacharros mucho más sencillos que los que protagonizaron en Rozas el fin de semana lucense.