«Thriller» amargo y trepidante

miguel anxo fernández

LUGO

El actor canadiense Ryan Gosling, en una escena del filme
El actor canadiense Ryan Gosling, en una escena del filme

03 ene 2012 . Actualizado a las 06:00 h.

Aunque diferente, el danés Nicolas Winding Refn propone con Driver otra sugerente propuesta en igual dirección renovadora aunque con mimbres y ambientes distintos, pero igualmente centrada en un tipo solitario con un envoltorio plástico y de ritmo alejado de lo común. La de Corbijn quizá lucía excesivas pretensiones autorales (incluyendo su localización en un pequeño pueblo italiano), que en Winding Refn aparentan (solo eso) un cierto repliegue hacia las servidumbres del género por ambientarse en el asfalto de L. A. De ambas se hablará sin duda cuando se afronte el thriller del XXI, porque resistirán al tiempo, que no es poco.

Aunque su estilo y apariencia tendría como arranque Driver (Walter Hill, 1978), el actor Ryan Gosling (factótum principal del proyecto) confiesa que «los referentes principales de la película son más ochenteros, como Terciopelo azul (Lynch, 1986) o Purple Rain (Magnoli, 1984)» y fue él mismo quien recomendó para filmarla a Winding Refn, autor de la trilogía Pusher (1996-2005), del que además buena parte de su cine continúa inédito en España (incluida Valhalla Rising, ambientada entre vikingos del siglo X).

Él mismo califica Drive como cold L. A. noir con toques de neon-noir y del thriller sci-fi. No va descaminada esta aparente mezcolanza de términos, una vez visto el resultado: un filme duro, amargo y trepidante, con un protagonista que deja huella por su dualidad de antihéroe romántico y a la par violento, con un extraño punto de lirismo.

Es un stutman del cine, especializado en secuencias de riesgo al volante, que en ocasiones ejerce de conductor para atracadores a cambio de darles solo unos minutos antes de emprender la huida.

En Drive se rastrean esencias del mejor thriller desde los años setenta, aunque sin el toque brutal y el envoltorio plástico de los ochenta, con el añadido de un cásting sobresaliente, en particular Albert Brooks (personaje inquietante que Lynch apadrinaría sin reparo), seguro aspirante al Oscar.

Justo premio en Cannes para Winding Refn.

«DRIVE»

EE. UU., 2011.

Director: Nicolas Winding Refn.

Intérpretes: Ryan Gosling, Carey Mulligan, Oscar Isaac.

Thriller.

100 min.

Cuando hace un año el holandés Anton Corbijn estrenó El americano con George Clooney, había algo que invitaba a abrir otra vía en el thriller contemporáneo, sobre todo en su retrato del antihéroe y en su caligrafía visual y narrativa.