1Cuatro asociaciones culturales especializadas en recreaciones históricas -Trebas Galaicas, Caetra Lucensium, Lugdunum y Lucus Equites- han hecho posible que este año el Samaín en la capital lucense se haya vivido de una forma diferente. Gracias a estos colectivos y al empeño de la Concellería de Cultura por recuperar una celebración que ahonda sus raíces en la cultura celta, niños y adultos han podido disfrutar estos días confeccionando sus calabazas, escuchando cuentos de miedo, participando en conjuros y rituales en los que los vivos se entremezclaban con los muertos, y asistiendo a procesiones de ánimas por la mismísima Muralla de Lugo. Ni siquiera la lluvia, que hizo acto de presencia en la tarde-noche del lunes, consiguió arredrar a quienes quisieron sumarse a ese recorrido por al adarve del monumento. Los integrantes de la comitiva, algunos perfectamente caracterizados como si llegasen del más allá, hicieron el recorrido portando antorchas y calabazas iluminadas con velas que fueron depositando en diferentes puntos de la Muralla. A juzgar por la buena acogida y la elevada participación que han tenido todas estas actividades, sobre todo por parte de los niños, todo parece indicar que hay Samaín para rato, o por lo menos para el año que viene. Al menos así lo indicó el responsable de Cultura, Antón Bao, quien manifestó que en el 2012 esta celebración ancestral contará de nuevo con el apoyo del Concello de Lugo.
Guitiriz con el Samaín
2La fiesta del Samaín tiene cada vez más adeptos en Guitiriz, en buena parte gracias a locales como el pub Xoldra. La fiesta que sus responsables organizaron este año, que se celebró en la noche del lunes, estuvo a la altura de las expectativas, tanto por lo relativo a la decoración del local como por la animación, vestimenta incluida, que aportaron los asistentes, desde pequeños a mayores.
Halloween en Sarria
3Alumnos y profesores del colegio sarriano de La Merced celebraron por todo lo alto la festividad de Halloween. La mejor prueba fue que se presentaron más de medio centenar de calabazas a un concurso en el que los jueces pasaron verdadero miedo escénico para decidir los ganadores. Las que tampoco lo pasaron muy bien fueron algunas profesoras que se vieron obligadas a pasar por el túnel del terror y que vivieron, según ellas, experiencias escalofriantes, aunque manifestaron que están dispuestas a repetir.