Es todo pasión. Pasión política. A sus 101 años, Josefina cerrará la lista del PSdeG a la alcaldía de Cuntis. Y mientras supera un catarro, espera ansiosa el 22 de mayo para ir a depositar su papeleta. Sorprende tanta pasión porque la política y los políticos están sumidos en un profundo descrédito. En lugar de ilusionar a los ciudadanos con grandes propuestas y soluciones para salir del atolladero económico, se dedican a culpar al otro, a denostar al contrincante, y a decepcionar, en consecuencia, al votante. En la vida municipal, las denuncias giran en torno a las irregularidades en las adjudicaciones y las comisiones. No hay más que ver la operación Orquesta que tiene en marcha el juzgado de Corcubión. Si hablamos de política autonómica, encontramos a unos líderes políticos que basan sus discursos en descalificar al rival, con acusaciones que van desde el narcotráfico a la financiación ilegal del partido. Que políticos que están en primera línea de la actualidad como Zapatero o Rajoy no se dignen a responder a preguntas de los periodistas indica que se consideran de otra casta y que no se sienten con obligación de dar cuentas a los votantes sobre sus actuaciones, propuestas y puntos de vista. Y que los eurodiputados no quieran dignarse a viajar en turista es una tomadura de pelo para los ciudadanos, que conocen en su propia carne qué es la austeridad.
Ni Josefina ni los miles de afiliados que desde la base se dejan la piel tratando de mejorar su entorno se merecen que la clase política «profesional» responda así a su pasión.