Marcando ritmos desde Muimenta

Xosé María Palacios Muruais
Xosé María Palacios VILALBA/LA VOZ.

LUGO

Antonio Morán abrió una sala de fiestas que se convirtió en un referente en el norte de Galicia y que continúa con su hija tras haber incorporado perfil de discoteca

17 oct 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

«¿Dónde estabas tú en el 77?» Los aficionados al rock español de las últimas décadas sin duda conocerán la pregunta, pues así se titula uno de los primeros discos de Loquillo. Cada uno puede hacer memoria para aportar su respuesta, pero muchos quizá coincidan en un escenario: entonces ya estaba abierta Hermo, sala de fiestas que resulta conocida sin necesidad de explicar cuál es el sector de la actividad económica en que se encasilla el local.

Todo empezó para el público un 9 de noviembre, fecha que también tiene una dimensión musical: aparece en Un ramito de violetas , canción que compuso Cecilia y que también interpretó Manzanita. En el otoño de 1975 Antonio Morán vio cumplido su objetivo de abrir un local de música y diversión, un proyecto que ideó viendo que ya los había en villas cercanas.

La música no le resultaba ajena ni mucho menos, pues fue aficionado a tocar la gaita; y la sala de fiestas se abrió sin alterar su propósito de no enseñar las instalaciones a nadie, ni siquiera a vecinos muy allegados. El local tuvo en su primera sesión dos actuaciones destacadas, Pucho Boedo con Los Tamara y Gemma María con Os Seixos.

Cuenta Antonio Morán que la curiosidad movió aquel día a muchos a desplazarse para ver cómo era la sala de fiestas. Esa curiosidad se tradujo en un lleno que se haría habitual en los años siguientes; y colocó en el mapa de las localidades de ocio nocturno a Muimenta, por donde han pasado artistas de todo tipo. Antonio Morán recuerda el gran éxito de Manolo Escobar, que hizo dos sesiones sin que resultasen suficientes para atender a todo el público deseoso de verlo. Antes ya habían pasado por el local Las Grecas, aquellas que cantaban lo de «Te estoy amando locamente, pero no sé cómo te lo voy a decir...».

La capacidad de convocatoria de Hermo es casi un tópico, pero Pilar Morán aporta datos concretos. En el 2002 actuó el grupo Scooter, cuya música poco tiene que ver con la de los nombres ya citados, y había espectadores llegados de Santander. Hace años, la ganadora del sorteo de un coche resultó ser una joven coruñesa, pero no alguien que casualmente pasaba por allí sino una clienta que iba con asiduidad pese a la distancia.

Hoy, en el local hay espacio para la música disco pero también para la salsa y ritmos más propios del baile en pareja. Pilar Morán no cree que un ambiente sea mejor que otro, y piensa en el futuro desando que Hermo cumpla «polo menos» otros 35 años. Será sin duda un cumpleaños con ritmo.