Un taxista de Chantada, L.V.V., de 48 años, reconoció ayer en la Audiencia Provincial de Lugo, ser el autor de un delito contra la salud pública. La Guardia Civil le intervino hace ahora un año una bolsa con 20 gramos de cocaína. Este profesional del volante complementaba el servicio de transporte público con el de repartidor de drogas por la comarca chantadina. El reconocimiento de los hechos evitó a este hombre, conocido como O Peinado, tener que arriesgarse a una pena de prisión mayor, toda vez que el fiscal, en su escrito de acusación pedía para él inicialmente la cantidad de cuatro años, así como el pago de una multa de 4.800 euros. Al final, tras el acuerdo alcanzado ayer entre el abogado del acusado y el representante del ministerio público, la pena final fue de tres años de cárcel y la sanción económica de 2.300 euros. La acusación pública sostuvo que este taxista desarrolló, durante tiempo no determinado, una actividad de compraventa y distribución de sustancias estupefacientes. Recibía llamadas en su teléfono móvil y, mediante un lenguaje figurado, realizaba la transacción. Un disco, un CD o botellas marrones eran las expresiones que utilizaban tanto los compradores como el vendedor para entenderse. No sabían que el teléfono estaba pinchado por la Guardia Civil. El acusado se surtía de la cocaína en las Rías Baixas a donde efectuaba diversos viajes cada determinado tiempo. El 3 de julio del año pasado fue interceptado en un control de la Guardia Civil. En el taxi que utilizaba para los desplazamientos fue encontrada una bolsa transparente que contenía 20,078 gramos de cocaína, con una pureza superior al 66%. Según el acusador público, esta droga iba destinada a la venta. La detención motivó que el equipo de drogas de la Guardia Civil solicitase judicialmente una entrada y registro de las viviendas que utilizaba el acusado en dos lugares de Chantada. En una de ellas encontraron varias bolsas con cortes circulares, dos básculas de precisión, así como una caja plateada con restos de polvo de color marrón, un molinillo de café con restos de color blanco que resultaron ser resina de cannabis. En la segunda de las viviendas, en el casco urbano de Chantada, la comisión judicial encontró casi tres gramos de resina de cannabis. El valor de mercado de los gramos de cocaína que le intervinieron sería de 1.603 euros y en dosis 2.348. La resina de cannabis, por su parte, fue tasada en 12 euros. Por estos hechos, el taxista fue detenido. Ingresó en prisión provisional el 6 de julio del año pasado y continuaba hasta ayer.