«No corazón da Terra Chá, comarca tranquila e de máxicas paisaxes, a tres quilómetros da capitalidade do municipio de Cospeito, ao lado do río Támoga e das recuperadas lagoas...». Suena idílico, pero además es real. Así presentan los responsables de la Granxa Escola Garabullos su proyecto, situado en la parroquia de Sistallo.
La naturaleza es de cada uno de nosotros pero también de todos, y así se debe concebir y respetar. De igual modo, el proyecto de Garabullos está ahora en marcha por el impulso de tres personas - Yolanda Fouce , Patricia Fouce y Eduardo Navarro - y de una cuarta - Emilio Pérez - que brinda un apoyo muy valioso aunque sin desempeñar tareas como los otros tres. «Quixemos facer da nosa paixón o noso modo de vida». Con esas palabras tan rotundas se presentan los responsables del proyecto, convencidos de que este tipo de iniciativas merecen la pena. Ayer fue el día elegido para la presentación, aunque las actividades ya se pusieron en marcha hace varios meses: desde entonces, unas 200 personas, niños y mayores, pasaron por el lugar.
Una casa rehabilitada sirve de centro de operaciones. Un comedor con capacidad para 50 personas, y una zona de albergue en la que hay literas son algunos de los detalles de este proyecto, que se ha puesto en marcha con apoyos y agradecimientos. Por un lado, los promotores agradecieron la ayuda del Concello de Cospeito; por otro, a la inauguración acudió el diputado provincial Juan José Díaz Valiño , al que se le supone -y se le reconoce, por supuesto- conocimiento de la comarca, pues es alcalde de Castro de Rei.
No es una enumeración de lo que pudo haber en el arca de Noé ni una lista de animales que se pueden ver en un zoológico. Es una muestra de lo que se puede contemplar en esta granja escuela. Los resultados ya parecen notarse, y los responsables señalan que los animales suscitan la curiosidad de los visitantes más jóvenes.
Los promotores de esta iniciativa destacan que su proyecto es único en los alrededores. En ese sentido dicen que solo hay otras dos en la provincia de Lugo y una más en Sobrado dos Monxes, que no queda especialmente lejos pero pertenece a la provincia de A Coruña.
Llegamos al final y bien podemos situarnos en el principio para explicar los orígenes del proyecto. ¿Por qué se pone en marcha una iniciativa de estas características en el municipio de Cospeito? Dejemos que hablen los responsables: «Non foi unha casualidade, xa que é o lugar perfecto para aprender do medio ambiente e tamén da riqueza cultural que temos ao noso redor». Queda claro.