La Consellería de Sanidade dio el visto bueno definitivo a la construcción del nuevo centro de salud de Sarria. En la actualidad el proyecto está ya supervisado y se inició el proceso de licitación, por lo que las previsiones apuntan a que podría estar operativo alrededor de la primavera del 2010.
La conselleira anunció en su visita a la villa el pasado mes de septiembre que iniciarían los trámites cuando tuvieran el pertinente permiso de la Confederación Hidrográfica Miño Sil, autorización que fue concedida el 6 de octubre por su presidente, Francisco Fernández Liñares.
El proyecto inicial, elaborado por el técnico Eduardo Herráez en 2001, tuvo que incluir las modificaciones ordenadas por las administraciones para adaptarlo al plan de encauzamiento. Una vez hechos los cambios el documento fue aprobado por la Xunta, que ordenó el comienzo del expediente de licitación. El último paso se dará a partir del momento en el que se abran las aplicaciones presupuestarias públicas del 2009. Luego se publicará en el DOG.
El presupuesto del primer proyecto ascendía a 2.581.000 euros y el nuevo es de 3.449.661, casi un millón más.
El nuevo centro constará de diez consultas de medicina general, diez de enfermería, dos polivalentes, una sala de curas, odontólogo, higienista, toma de muestras, una sala de técnicas, una consulta de farmacia, dos de pediatría, matrona, aula de educación sanitaria, además de los almacenes y los espacios destinados a la administración.
El ambulatorio actual hace varios años que se quedó obsoleto para las necesidades de Sarria y su comarca y su ampliación era una antigua demanda de los vecinos.
Claudio Garrido se congratuló por poder cerrar este proyecto. «Por fin todas las gestiones que hicimos desde que comenzamos el mandato cristalizaron y logramos cumplir un objetivo prioritario. La gestión administrativa ya está y ahora ya solo quedan por darse los pasos habituales en cada proceso».
El regidor lamentó que el PP anunciara en varias ocasiones que el proyecto carecía de consignación presupuestaria. «Es una prueba más de la política de mentiras y engaños que llevan haciendo desde que pasaron a la oposición buscando únicamente el desprestigio del gobierno y del alcalde. Lo lógico ahora sería que tuvieran el valor de rectificar en lugar de argumentar sus críticas en falsedades», concluyó Garrido.