El salón principal de la Subdelegación del Gobierno fue ayer el escenario de la celebración del cumpleaños de la Constitución española. Treinta años. Presidió el titular de la casa, Jesús Otero Calvo , y en la fila principal de autoridades estuvieron el presidente de la Diputación, José Ramón Gómez Besteiro , y el alcalde, José Clemente López Orozco . En primera línea también los socialistas Lago Lage y Margarita Pérez Herraiz y los populares José Manuel Barreiro y Joaquín García Díez . La representación no política la integraron el obispo, Alfonso Carrasco ; la presidenta de la Audiencia, María Josefa Ruiz Tovar, y el vicerrector de la Universidad, Carlos Herrero .
Prácticamente todos los sectores estuvieron presentes en el acto que estuvo muy concurrido, a pesar del inicio del puente. El mundo empresarial, por ejemplo, estuvo representado, entre otros, por Jorge Dorribo ; el presidente de los constructores, Hipólito Trinidad Losada , y José Luis Otero Feijoo . Asistió, a su vez, Luis Abelleira Mayor , que preside el colectivo de los talleres. Participaron también los delegados de algunas consellerías, la directora xeral de Xustiza y algunos alcaldes como, por ejemplo, la regidora de Sober o el titular de Castro de Rei. El acto finalizó con un animado aperitivo que concluyó a última hora de la mañana.
Los teléfonos móviles, ya se sabe, suenan cuando menos se lo espera. En medio de su discurso, empezó a sonar el del subdelegado del Gobierno. Otero paró de hablar y dijo: «Isto non estaba previsto». Le pasó el aparato a José Ramón Gómez Besteiro para que lo tuviera bajo control hasta que una joven del servicio de protocolo de la subdelegación lo recogió.