Este colectivo también adolece en parte del problema que tiene la tierra originaria: el envejecimiento de los socios. Para combatirlo prestan una especial atención a las instalaciones deportivas y también incluyen a personas jóvenes en la directiva. En los buenos tiempos, las instalaciones de las afueras concentraban en carnavales a más de 20.000 personas que acudían al baile de disfraces. También eran muy concurridos los bailes dominicales, a los que acudían unas 3.000 personas, por lo que el centro se granjeó fama de ser la mayor agencia matrimonial.
En la parte central hay una larga fila de parrillas y centenares de mesas al aire libre, que en primavera se llenan y la gente acude a primera hora de la mañana para coger sitio.
También son espectaculares las instalaciones del centro de la ciudad, con una gran pista polideportiva cubierta en la cuarta planta y una piscina climatizada en la tercera. El colegio Santiago Apóstol, ubicado allí, es el único que ofrece enseñanza en castellano, gallego e inglés. Tiene un gran prestigio y admite a todo tipo de alumnos, sin necesidad de que sean socios.