TRIBUNA | O |
21 jul 2007 . Actualizado a las 07:00 h.LO urbano manda sobre lo rural. Desgraciadamente, lo urbano arrasa lo rural. Fíjense en lo que le ha pasado a la centenaria carballeira de San Fiz, a medio kilómetro de la ciudad, que acaba de desaparecer bajo las orugas de las excavadoras para ser asfaltada o cementada y hasta rebautizada. Dejará de ser la frondosa carballeira de San Fiz, en donde los vecinos celebraban sus fiestas y meriendas, para convertirse en una esquina de un polígono que en los papeles se llama Sur-K. En un país más avanzado que el nuestro, seguramente la calle y el desarrollo urbano se hubiesen moldeado para acoger a la magnífica carballeira en sus entrañas y gozar de ella. Pero aquí no. Aquí el tiralíneas del arquitecto sólo se tuerce por otras causas, pero no por una simple carballeira, que es como un pedrusco que las excavadoras también se llevan por delante. Y a este paso, una ciudad de cien mil habitantes que podía ser una gozada de zonas verdes en toda su periferia, se va convirtiendo en una retícula de hormigón armado más propia de una jaula que de un lugar para humanos. No es de extrañar que los vecinos de San Fiz sientan dolor por la carballeira de sus sueños que acaban de perder. Un patrimonio natural centenario que hubiese sido fácil incorporar a la ciudad para disfrute de todos los lucenses. Alberguemos la esperanza de que en el futuro sepamos conservar estas riquezas.