
En directo | Homenaje a Rafael de Vega Barrera Los hijos del médico fusilado hace 70 años dicen que es momento de «olvidar odios»
21 oct 2006 . Actualizado a las 07:00 h.?No tengo ningún rencor ni deseo de venganza» dijo Rafael de Vega en el homenaje que ayer se tributó a su padre, el doctor Rafael de Vega Barrera, en la calle que lleva su nombre en la capital lucense. Setenta años después del fusilamiento del médico «acabouse o silencio», señaló el alcalde, José López Orozco, antes de que fuese descubierto el busto que recuerda al homenajeado. Un considerable número de lucenses asistieron en la tarde de ayer al acto en recuerdo de Rafael de Vega Barrera. El primero en intervenir -las presentaciones corrieron a cargo de la escritora Carmen Blanco- fue Manuel Sarille Lanceiro, presidente de la Asociación pola Dignificación das Vítimas Franquistas. Rememoró que hacía justo setenta años que Rafael de Vega Barrera fue fusilado, junto con Ramón García Núñez, Perfecto Abelairas, José Ramos López y Ángel Pérez. Sarille recordó a las demás víctimas del franquismo y anunció que se ha solicitado a la Xunta que dé el nombre de Rafael de Vega Barrera al nuevo hospital de Lugo. También apuntó que las víctimas del franquismo serán recordadas en un monumento que será instalado en una calle de Lugo. Concluyó su intervención con vivas a la libertad y a la democracia. El hijo mayor del médico homenajeado, Rafael de Vega, comenzó destacando el interés de su padre por la ciudad y por crear una urbanización moderna en el entorno en el que tenía su hospital. Indicó que la colaboración de su padre y de otros permitió abrir la calle Nicomedes Pastor Díaz. Definió al homenajeado como un «republicano de raza» y «un idealista». Recordó que pertenecía a la logia masónica Lucus, en la que se autodenominaba Dantón. Últimos días El primogénito del homenajeado recordó cómo fueron los últimos días de su padre. Agradeció el comportamiento que con su familia tuvo Liborio García. Mostró el reloj que le cedió su padre poco antes de ser fusilado. Señaló cómo tras sufrir la descarga pidió que le diesen el tiro de gracia, pues aún tenía vida. «Fue un buen padre, fue una buena persona», dijo y aclaró: «Murió católico y masón». Como final de su intervención leyó un texto poético inédito. Intervinieron también María Teresa de Vega, hija del homenajeado, que dijo que ayer veía superadas las tristezas de infancia y juventud. Afirmó: «Es momento de olvidar rencores y odios». El nieto del homenajeado Rafael Pérez de Vega se mostró convencido de que el nuevo hospital de Lugo llevará el nombre de su abuelo. En calidad de paciente del doctor Vega Barrera habló Xesús Pérez Regueiro, que recordó que fue operado por el doctor en marzo de 1936. Indicó que no sólo hubo muchas ocasiones en que el médico homenajeado no cobró, sino que incluso facilitó dinero a sus pacientes. La autora del busto, María José Santiso, dijo que aceptó el encargo para contribuir «a este acto de justicia». El presidente de la corporación municipal, José López Orozco, apenas pudo contener la emoción en algún momento. Matizó que el alcalde Vicente Quiroga puso el nombre de Rafael de Vega a la calle en que se celebró el acto. Usando el eslogan acuñado en Galicia, dijo: «Nunca máis a loita por ideas distintas». Añadió: «Depende de nós que non volva suceder o que suceu».