El placer de volar, con o sin avión

La Voz

LUGO

LOMBARDERO

La seis La Vuelta Aérea a Galicia, con base en el aeródromo de Rozas, incluye en esta edición la posibilidad de realizar vuelos virtuales por ordenador supervisados por Simucoruña

23 jul 2004 . Actualizado a las 07:00 h.

Rozas amaneció ayer con buenas previsiones en cuanto al tiempo para volar, aunque el cielo frunció un poco el ceño, con abundante bruma y algunas gotas, que retrasaron el arranque de la vigésimo primera edición de la Vuelta Aérea a Galicia. José Luis Mudarra , el secretario del Real Aeroclub de Lugo parecía algo contrariado, después de haber preparado a conciencia los rutómetros para la prueba cronometrada que los aviones deportivos realizan, con recorridos por toda Galicia. Bueno, por toda no, casi. El cielo compostelano lleva mucho tráfico estos días y la perenne cordillera de nubes que separa la Terra Chá de A Mariña merman las posibilidades de ésta para los divertimentos aéreos. Pero los siete pilotos deportivos que este año acuden a la prueba llegarán entre ayer y hoy hasta la frontera portuguesa, Cabeza de Manzaneda, Quiroga, O Courel u Os Ancares. La novedad en esta edición es que muchos profanos podrán experimentar las sensaciones y la técnica del pilotaje mediante unos simuladores de vuelo instalados al pie de la impresionante (pero inutilizada) torre de control de Rozas. Mientras los aviones de Zaragoza, A Coruña, León, Lugo y Asturias permanecían todavía en tierra, a la espera de que escampara lo suficiente, varios chavales disfrutaban frente a los ordenadores con los programas de vuelo elaborados por los socios de Simucoruña (su página web es www.simucoruna.org), un grupo de aficionados a la simulación de vuelo entre los que figura Antonio García González , experto informático, jefe de Proceso de Datos de La Voz de Galicia. Desde Simucoruña han conseguido, mediante ortofotos, crear escenarios de vuelo como los de la propia ciudad herculina. Se puede despegar o aterrizar en Alvedro hasta tocar la estatua de María Pita, reproducida al igual que el resto de la ciudad y las rías. Enrique Iglesias demostró con todo detalle (se utilizan las propias cartas de los pilotos) cómo se puede operar un Boeing 737. Todos los mandos y múltiples operaciones pueden ser simuladas: rutas, cálculos de combustible, utilización de instrumentos de ayuda a la navegación y aproximación, previsión de consumos, incidencias como la parada de una turbina, además de las más variadas maniobras, en todo tipo de situaciones meteorológicas. Con esta tecnología se pueden simular el vuelo en grupo o distintas operaciones aéreas, con simples conexiones on line por Internet, entre varios aficionados de cualquier lugar del planeta; con aviones comerciales, deportivos o militares. Además, pueden organizarse las operaciones de control aéreo y realizar competiciones como las que Mudarra organizó para la vuelta aérea, real, a Galicia. Se trata de raids aéreos en los que, con ayuda de un rutómetro, hay que localizar una serie de puntos ( check points ) identificados mediante fotografías aéreas -que incluso pueden tener algún truco-, para dibujar posteriormente un trayecto; y todo ello a una determinada velocidad. Esta misma competición se puede trasladar a los ordenadores de forma virtual donde también se reproduce el sonido del motor (de momento no se puede oler el queroseno). Si tenemos en cuenta que una hora en un simulador profesional para un pequeño avión deportivo puede costar en Madrid más de 300 euros, el precio del combustible o de un avión real, la opción del vuelo simulado puede ser alternativa o complemento para muchos forofos de la aviación. La vuelta aérea concluirá hoy con demostraciones de aeromodelismo, bautizos aéreos, tomas de precisión y vuelos acrobáticos sobre Rozas.