Entrevista | Lupe López Rodríguez Licenciada en Humanidades y a punto de convertirse en técnica superior de automoción, da clases de sexología en el programa Elixe a túa noite
16 feb 2004 . Actualizado a las 06:00 h.Lupe López Rodríguez aclara ya de principio la orientación del taller, que orientó a favorecer las relaciones humanas más que a las técnicas para conseguir pareja. También ella comprobó que, en contra de lo que esperaba, la mayor parte de los participantes el pasado fin de semana acudieron de rebote, por curiosidad y tarde, pero se sintieron a gusto. -¿Qué hay que hacer para ligar? -Intenté que no fuese un taller de técnicas y hablé de lo importante que es quererse y la autoestima. -¿Qué no hay que hacer para ligar? -Evitar los tópicos. Durante el taller, los propios alumnos fueron aportando ideas para hacer una definición bastante clara de lo que se considera una babosada. Hablé del criterio predefinido y erróneo de que los chicos tienen que «entrar», y las chicas dejarse querer. -En un principio fue el número de vacas, después los caballos del coche. ¿Ayuda a ligar tener un ordenador con varios «gigas» o aún no se incorporaron las nuevas tecnologías? -No sé. Ahora la gente se fija mucho en la imagen. La imagen estereotipada, porque estamos en una época consumista en la que predomina lo audiovisual. -Tras tantos años, ¿sigue siendo resultona la frase «estudias o trabajas»? -Lo importante es evitar las frases tópicas y conseguir la misma información con métodos más imaginativos. La imaginación hay que trabajarla y tener autoconfianza. -¿En esta sociedad tan desinhibida es necesario ir a clase para afrontar el crucial proceso del ligue? -No creo que haga falta, pero sí se debería fomentar más la autoestima y el ser diferente, no sólo para ligar, sino desde la escuela y el instituto. El problema es que se fomenta la uniformidad y eso produce inseguridad. -¿Cuál es el fin último del ligue? -Estamos en una sociedad individualista y en las ciudades grandes la gente ya no se conoce. No se trata sólo de conseguir pareja, sino de conocer a gente nueva. Yo orienté el taller más hacia esa vertiente.