Padre e hijo discutieron previamente con un vendedor de fruta por el peso de unas uvas Una pelea ocurrida hace cuatro años en el recinto ferial de Baralla acabó sentando en el banquillo de los acusados del Juzgado de lo Penal 1, a tres personas: un vendedor ambulante de fruta, un padre y su hijo. A los dos primeros les imputan una falta de lesiones y al segundo un delito. El origen de la pelea parece ser que fueron discrepancias en el peso de unas uvas. La vista se suspendió a petición de una de las defensas, que a la vez ejerció de acusación, que reclamó la inclusión de una prueba: un informe hospitalario.
05 mar 2002 . Actualizado a las 06:00 h.La titular del Juzgado de lo Penal accedió a la petición del abogado, que quería que el hospital de Ponferrada en el que fue atendido Manuel Augusto Gonsalves do Rosario aporte información de cuando atendieron a ésta persona y por qué. El letrado sugirió que Gonsalves, quien acreditó 322 días de baja y secuelas, pudo haber sido víctima de un accidente de circulación. Además de Augusto Gonsalves se sentaron en el banquillo Manuel Fernández López, de 29 años y su padre Manuel Fernández Vilela, de 74 años, ambos vecinos de Baralla. La pelea, en la que hubo puñetazos, mordiscos y golpes con una barra de hierrro, se desarrolló el 1 de septiembre del año 1998 en el recinto ferial de Baralla. El fiscal solicita en su escrito de calificación para Manuel Fernández una condena de ocho meses de prisión e indemnizaciones por más de 8 millones de pesetas (48.080,97 euros); para Gonsalvez, dos meses de multa y 122.000 pesetas (733,23 euros) de multa y para Fernández Vilela, otros dos meses de multa. Estos dos últimos tendrán que pagar de forma conjunta los gastos de reparación de una furgoneta contra la que se golpearon durante la reyerta.