Orozco pide a Begasa que entierre su tendido del casco histórico

REDACCIÓN LUGO

LUGO

ÓSCAR CELA

El alcalde reclama a la empresa que haga lo que en otras ciudades realizó hace décadas El alcalde de Lugo, José López Orozco, remitió a Barras Eléctricas la orden de la Consellería de Industria, en la que anuncia que subvencionará hasta con el cuarenta por ciento del coste, la adecuación de las instalaciones eléctricas a su entorno. La orden dice que los ayuntamientos deberán hacer la obra civil pero, en el caso de Lugo, ese trabajo está prácticamente hecho. López Orozco aseguró que a Begasa no le quedan ya excusas para no enterrar el cableado aéreo del casco histórico lucense.

09 feb 2001 . Actualizado a las 06:00 h.

El 25 de enero, la Consellería de Industria aprobó la concesión de ayudas para la mejora de infraestructuras energéticas. Parte de esa financiación es para la adecuación de las instalaciones eléctricas que, aún siendo reglamentarias, están en un entorno que ha sufrido modificaciones significativas. El alcalde cree que éste es el caso exacto del casco histórico lucense, y reclamó a Barras Eléctricas «que enterre o cableado aéreo no centro» porque «xa non ten disculpas». La Consellería establece ayudas de hasta el cuarenta por ciento del coste de la adecuación y que los ayuntamientos corran con la obra civil. En el caso de Lugo, explica el regidor, durante la reforma del casco histórico se dejaron bajo tierra las canalizaciones necesarias. «¿Que máis quere Barras Eléctricas?», se preguntó. El regidor pidió también a Begasa que, ya que parte de la inversión la aportará la Consellería, y la obra civil está prácticamente concluida, haga repercutir esas ventajas sobre los vecinos del casco histórico cuando tengan que cambiar sus instalaciones. Empresa R Orozco hizo estas declaraciones tras firmar un convenio con la empresa R, gracias al cual financia la edición de sendos libros de cuentos y poemas sobre la muralla y del catálogo de la exposición Imago Antiqua, por 5.200.000 pesetas. Respecto a las críticas de algunos vecinos por las consecuencias de la extensión de la red de cable, Orozco señaló que R nació en 1999, y por ello no se pudieron incluir en recientes reformas urbanas las canalizaciones para sus servicios. Esas calles vuelven a estar hoy en obras «porque non podemos poñer atrancos á modernidade» pero, aseguró, el Concello exige a ésta, y a todas las demás empresas, que las deje en perfecto estado tras su trabajo. Por su parte, el director de R, Arturo Dopico, señaló que su empresa sólo grapó cable a las fachadas donde ya hay otras instalaciones similares y mientras no se establezcan las necesarias canalizaciones subterráneas.