La fachada del histórico edificio de O Saviñao se vino abajo hace nueve años
30 dic 2019 . Actualizado a las 19:18 h.Uno de los monumentos más emblemáticos de la Ribeira Sacra resultó considerablemente dañado hace ahora nueve años. En la tarde del 29 de diciembre del 2010 se desplomó gran parte de la fachada del Palacio de Diomondi, junto a la iglesia de San Paio, en el municipio de O Saviñao. «El derrumbe afectó solo a la capa exterior de la fachada, pero está por ver qué consecuencias tendrá en la maltratada estructura del conjunto del edificio y en la iglesia románica anexa», explicaba La Voz al día siguiente. «Nadie resultó herido, a pesar de que se vinieron abajo gran cantidad de piezas de sillería de diferentes tamaños», añadía la información, que también recordaba que siete años antes se había renovado por completo la cubierta del edificio para frenar su deterioro.
El suceso causó una fuerte alarma -que no se limitó ni mucho menos al municipio de O Saviñao-, debido al gran valor histórico del edificio. La construcción, que llevaba años desocupada, había servido durante mucho tiempo como casa rectoral de la parroquia de Diomondi, pero su historia es mucho más larga, compleja e importante. Sus orígenes se remontan a la Edad Media y en tiempos fue una residencia de verano de los obispos de Lugo. La tradición lo vincula con el obispo Odoario, que gobernó la diócesis en el siglo VIII. La iglesia anexa al palacio figura entre los monumentos románicos más valiosos de la Ribeira Sacra.
Pese a su gran importancia, la rehabilitación del palacio se hizo esperar. En febrero del 2011, bajo la supervisión de Patrimonio, el obispado lucense llevó a cabo unas obras de apuntalamiento para impedir que la construcción sufriese más desplomes, pero después no realizó ninguna otra intervención debido a la falta de fondos. El edificio, que permanecería mucho tiempo reforzado por una estructura metálica y cubierto de lonas, ingresó en la «lista roja» del patrimonio amenazado que elabora la asociación Hispania Nostra. La demora en la rehabilitación del palacio fue criticada reiteradamente por otros colectivos, como O Sorriso de Daniel, que en febrero del 2011 organizó una jornada de protesta en Diomondi para exigir que se tomasen medidas.
Una larga espera
Pero pasaría mucho tiempo antes de que se acometiese la reconstrucción del antiguo palacio obispal. Casi cinco años después del derrumbe, el 16 de diciembre del 2015, La Voz informó del final de las obras de rehabilitación, que fueron financiadas por la Consellería de Cultura con 194.000 euros. Los trabajos comprendieron no solo la reconstrucción de la fachada, sino también la reelaboración de la cubierta. La Asociación Veciñal do Saviñao saludó la intervención y señaló que la rehabilitación del edificio aportaría «sólidos argumentos cara á consecución do recoñecemento da Ribeira Sacra como patrimonio da humanidade».
Un albergue del Camino de Invierno, un nuevo uso para evitar más deterioros
Antes de que se llevase a cabo la rehabilitación del Palacio de Diomondi, el obispado de Lugo señaló en varias ocasiones la necesidad de dar un nuevo uso al edificio para impedir que volviese a deteriorarse. Entre las opciones que se barajaron estaba la de convertirlo en un centro de interpretación del patrimonio románico de la Ribeira Sacra y la de reutilizarlo como albergue para los peregrinos del Camino de Invierno, que pasa por la localidad.
Esta última solución es la que ha sido elegido finalmente por la Xunta. El pasado septiembre se anunció que el Gobierno gallego proyecta abrir ocho nuevos albergues públicos para el Xacobeo 2021, uno de los cuales estará ubicado en el Palacio de Diomondi. Por el momento, sin embargo, no han trascendido detalles sobre cómo se llevará a cabo este proyecto ni sobre la financiación que se destinará a la iniciativa.
Una obra de varios siglos
El historiador y catedrático Ramón Yzquierdo Perrín, que publicó un estudio sobre el Palacio de Diomondi en el 2005, señala que el edificio se hizo y se rehizo en diferentes épocas. A su parecer, la estructura básica de la construcción -tal como se conserva en la actualidad- está formada por dos torres, una de ellas levantada probablemente en el siglo XIII y otra entre los siglos XIV y XV. De acuerdo con el criterio de este especialista, por otra parte, la fachada que sufrió el derrumbe debió de construirse a finales del siglo XVI o principios del XVII y sufrió en algún momento unos retoques poco afortunados que la debilitaron, lo que podría ser una de las causas del desplome que se produjo en diciembre del 2010.