La reparación del pilar dañado en el puente de Piñeira está en marcha

MONFORTE DE LEMOS

La maquinara trabaja desde este miércoles en el afianzamiento del pilas desplazado
La maquinara trabaja desde este miércoles en el afianzamiento del pilas desplazado CEDIDA

Los desbroces realizados estos días en la ribera del Cabe dieron paso al inicio de las obras

06 jul 2022 . Actualizado a las 12:58 h.

La reparación del puente de Piñeira, cortado al paso de vehículos y peatones, ya está en marcha. La empresa que recibió el encargo de llevarla a cabo por vía de urgencia completó estos días el desbroce del entorno del viaducto para facilitar el acceso de la maquinaria, que desde este miércoles está trabajando en la consolidación del pilar que se desplazó de la plataforma.

Extraco, constructora en la que recayó la contratación de las obras, no solo deberá devolver a su sitio el pilar que se hundió parcialmente en la base. La adjudicación también prevé una revisión integral del estado de la estructura para comprobar si son necesarias otras actuaciones complementarias para garantizar su estabilidad.

El puente permanece cortado a todo tipo de vehículos y también al paso de peatones, desde el pasado 30 de junio. Dos días antes se había cerrado al paso del tráfico pesado, en vista de un primer informe de la responsable de la oficina municipal de urbanismo. Una inspección posterior de los técnicos de Extraco recomendó el cierre total e inmediato del viaducto.

Según la información facilitada por el Ayuntamiento, la Policía Local dio cuenta del desplazamiento de uno de los pilares del puente el pasado 27 de junio. Desde ese momento, el deslizamiento de ese soporte de la estructura, que dejó de estar en contacto con la plataforma, ha ido a más cada día debido al hundimiento de la base.

Reforma en el 2020

La estructura actual de ese puente sobre el Cabe, que atraviesa una vía de titularidad municipal, es el resultado de una ampliación que se llevó a cabo en el 2001 con fondos de los planes provinciales de la Diputación de la época. La asociación de vecinos de Piñeira hizo público en junio de ese año un comunicado de denuncia en el que alertaba de posibles defectos en la ejecución de las obras.

Concretamente, aseguraba que se había pasado por alto que una de las zapatas de esa construcción había quedado sin reforzar adecuadamente en una reforma realizada con anterioridad. Los vecinos emplazaron entonces al Ayuntamiento a que se realizasen las comprobaciones oportunas, que no se produjeron hasta febrero del 2002.

Ese mes se realizó la correspondiente prueba de carga de la nueva estructura, durante la que se colocaron varios camiones cargados con toneladas de bloques sobre la plataforma. No se apreciaron problemas en el puente y los técnicos dieron visto bueno a la obra.