La Feira do Viño de Chantada puede con la nieve: «Os que viñestes este ano tedes o sitio gardado»

Ya se sabe, o al menos se intuye, lo que pueden dar de sí los mencías y godellos del 2023. La Feira do Viño de Chantada, primera del calendario vitícola la Ribeira Sacra, abrió la espita de la última cosecha en plena invernía, haciendo bueno el refrán que dice que no hay mal abrigo habiendo buen vino. La última añada, como suele ser habitual en este sinuoso territorio, es proclive a los contrastes. Según la fecha elegida para la vendimia, a unos les salió aguada y otros no se acaban de creer lo que le regalaron las viñas. Había expectación por ver cómo le fue a las riberas chantadinas del Miño y ni el frío ni la nieve restaron animación a la feria. «Os que viñestes este ano tedes o sito gardado para o próximo. Os outros, xa se verá», bromeó este domingo el alcalde, Manuel Varela, desde el palco de autoridades.

Media hora antes del inicio del pregón, fijado para la una del mediodía, se sucedían las marzadas. Tras un rato de sol, descargaba un chaparrón. El día no estaba para tirar cohetes, pero visto lo de la jornada anterior todo el mundo lo daba por bueno. En el recinto ferial había buen ambiente en los puestos de las bodegas. Nada de mirones. Todo el mundo con el catavinos en ristre, salvo algún partidario de la cunca de barro y los de la charanga NBA, a los que se les perdonaba que catasen un mencía en vasos de plástico sobre un tonel.

Tampoco la Feira do Viño de Chantada se escapa a las modas y a esa hora entre las copas de cata dominan los blancos. José María Gómez Tojeiro, exbodeguero y uno de los miembros del primer consejo regulador de Ribeira Sacra, saborea un godello por eso de la hora en el puesto de la bodega Pincelo. Pero deja claras sus preferencias. «Aquí hai moi bos sitios para o branco, pero o forte de Chantada son os tintos», apunta. De eso sabe un poco porque su añorado blanco Dona Andrea fue uno de los mejores que se elaboraron en esta denominación de origen. Para algunos catadores de solvencia contratada, como Pepe Serrano, de los mejores de Galicia. Y no era godello, sino treixadura.

No hace falta entender

Pero se acerca la una y hay que acercarse al palco, cuya solidez ponen a prueba más de cuarenta autoridades, entre ellas el conselleiro de Cultura y el presidente de la Diputación de Lugo. Las filas más próximas son las idóneas para escuchar el pregón. Si uno se aleja, el barullo de los puestos de las bodegas no deja escuchar palabra. La escritora pontevedresa Fina Casalderrey repasa los recuerdos de la niñez vinculados al vino, con alusiones a la geografía y la historia y a sus amigos en Chantada: Rubén Eyré, Manolo Figueiras... Y deja caer un oportuno consejo para el público presente: «Para gozar do viño non hai que ser enólogo, tampouco fai falta ser poeta para facelo coa poesía».

Llega la hora de entregar los premios, los de la cata popular y los del jurado de enólogos y sumilleres que este año repartieron vides «gran oro», «oro» y «plata» en función de los puntos obtenidos. Los gran oro andan entre 96 y 100 y se los llevan Calexotes Godello 2023, Condado de Sequeiras Mencía 2022, Asolagados Barrica 2021. En las distintas categorías hay premios para tintos y blancos de la última y de otras añadas, para vinos con y sin madera y hasta para un rosado. Los más avezados apuntan las marcas para comprobar luego si los catadores afinan o si andan como el tiempo.

 

CATA POPULAR

Los tres más votados

Todos fueron tintos del 2023: Cabo do Mundo, Instinto Romano y Os Cipreses

CATA OFICIAL 

Vides Gran oro

Calexotes Godello 2023, Condado de Sequeiras Mencía 2022, Asolagados Barrica 2021

Vides de oro

Condado de Sequeiras Godello 2023, Os Cipreses Mencía 2023, Vía Romana Mencía Selección de Añada 2022, Pero Bernal 2022, Condado de Sequeiras Barrica 2017

Vides de plata

Asolagados Rosado 2023, Asolagados Mencía 2023, Cubiche Mencía 2023, Castrofiz Tradición 2021

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