Cómo cuidar bien vacas y medio ambiente

Xosé María Palacios Muruais
XOSÉ MARÍA PALACIOS LUGO / LA VOZ

LEMOS

Los aditivos cubren necesidades de la alimentación de modo respetuoso con la naturaleza

31 ene 2022 . Actualizado a las 15:24 h.

Alimentación correcta para el ganado vacuno y cuidado del medio ambiente. No se trata de conceptos opuestos sino de cuestiones que pueden combinarse y que ya se están aplicando. El uso de elementos como minerales, aminoácidos y enzimas, que se incluyen en los piensos, refuerzan las necesidades de proteínas, de grasa o de fibra. Pero su empleo, además, evita que esas necesidades se cubran con maíz, de modo que se excluye la repercusión ambiental.

Marta López Alonso, profesora del departamento de Patoloxía Animal del Campus Terra (USC) e integrante de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), recalca que se trata de una situación ya presente en el trabajo de explotaciones.

bienestar

Salud animal y salud ambiental. Si una vaca que tiene, por ejemplo, una producción diaria de 35 litros de leche empieza a dar menos y si comienza a sufrir más enfermedades de las habituales, una mala alimentación puede ser una de las causas. El empleo de minerales, de aminoácidos y de enzimas ayuda a mejorar su salud.

Actualmente, explica la citada docente del campus de Lugo, hay también aditivos que permiten que el ganado vacuno reduzca las emisiones de metano. El metano es un gas que se produce por la fermentación de los alimentos y causa un efecto invernadero superior al dióxido de carbono.

También se comercializan enzimas que facilitan la correcta digestión del ganado vacuno.

López Alonso recalca que la consecuencia es favorable para la economía de una explotación, ya que una vaca sana da más leche, pero también para el medio ambiente, puesto que se precisan menos hectáreas de cultivo para obtener alimentos.

evolución

Una tendencia que se mantendrá. La profesora de la Facultade de Veterinaria de Lugo recuerda que las directrices de la Unión Europea marcan una postura cada vez más verde, de respeto al medio ambiente, por lo que los aditivos resultan aconsejables. Si, por ejemplo, con el empleo de aditivos se reduce la extensión de terreno destinado a maíz, la consecuencia será un menor uso de fertilizantes, con lo que el medio ambiente está más cuidado.

López Alonso cita también el caso del fósforo, un mineral presente en la alimentación del ganado vacuno. Si los animales no lo asimilan bien, sale con los excrementos y en el agua produce el fenómeno conocido como eutrofización: ríos y embalses acaban mostrando un color verde por la aparición de plantas, que consumen oxígeno, y su presencia afecta a la vida de los peces.

origen

Variada procedencia y controles. Los aditivos que se le dan al ganado vacuno tienen variada procedencia. Unos se aprovechan tal como se presentan en la naturaleza; otros son compuestos de laboratorio, en donde se sintetizan; otros son producto de bacterias que se cultivan en laboratorios. Tras recordar ese origen, la profesora lucense subraya que aditivo no es sinónimo de mala calidad. «Non é así, nin ten por que ser así», explica. Destaca además que los aditivos garantizan la presencia de conservantes y de antioxidantes, algo que considera muy positivo. «Unha idea que se debe transmitir é que nunca tivemos un sistema alimentario máis seguro ca agora», recalca

Por otro lado, recuerda que los aditivos pasan una serie de controles antes de llegar al mercado. Se vigila que sean seguros y no dañen la salud de los animales, que no dejen residuos en los alimentos, que no sean dañinos para el medio ambiente y que resulten seguros para quienes trabajan con ellos en las fábricas o en las granjas: que no les afecten, por ejemplo, a la piel o a los ojos.

modelo

Un nuevo concepto. Frente al maíz, la hierba y el concentrado, productos tradicionales, en la alimentación animal aparecen nuevos conceptos. Los aditivos (minerales, aminoácidos y enzimas) se añaden al pienso, y está más que comprobado que el resultado es favorable, subraya la investigadora. Explica además que aunque los aditivos puedan tener un precio más alto que otros productos, no son realmente más caros, pues garantizan un mejor rendimiento y resultan por ello beneficiosos para el ganado. Los ganaderos, dice, lo entienden bien porque hoy son «un sector superprofesionalizado».