«A algunos no les gusta tener un sacerdote que sea extranjero»

josé campos / f.a. MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

Josué Emmanuel Trujillo oficiando una misa en una de sus parroquias
Josué Emmanuel Trujillo oficiando una misa en una de sus parroquias CEDIDA

El cura venezolano Josué Emmanuel Trujillo atiende 33 parroquias de los municipios de O Saviñao y Pantón

28 ago 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Josué Emmanuel Trujillo Núñez es un sacerdote de 38 años nacido en Venezuela. Se inició en el mundo eclesiástico como monaguillo a los 8 años en Maturín, ciudad venezolana de más de medio millón de habitantes. Allí continuó con esas labores hasta los 19 años. Más tarde se ordenaría sacerdote en la diócesis de la misma localidad. Tras encargarse de varias parroquias en Venezuela, vino a la comarca de Lemos, donde dirige 33 parroquias repartidas entre los municipios de Pantón y O Saviñao. Aquí también iniciará sus estudios en psicología por la UNED.

-¿Cómo fue su viaje hasta aquí?

-Todo fue hablado entre el obispo de Maturín y el de Lugo, ellos se pusieron de acuerdo para enviarme aquí. Ambos permitieron mi traslado a este lugar mientras estudio, al tiempo que atiendo parroquias, que en su mayoría están muy solas porque casi no tienen sacerdotes. Llevo aquí un año y medio, pero por causa de la pandemia, seguramente tenga que pedir una prórroga de mi tiempo que inicialmente eran tres años. Si no lo hago no me daría tiempo a acabar mis estudios.

-¿Cuántas parroquias lleva?

-Ahora mismo llevo 33. Anteriormente llevaba menos, pero como al padre Carlos -anterior sacerdote de Escairón- lo cambiaron de destino, yo me ocupo de sus parroquias.

-¿Cómo se organiza para llevarlas todas?

-Por ahora tenemos el horario de domingo en las iglesias principales de las parroquias con más habitantes, donde creamos las unidades pastorales. Yo tengo dos a mi cargo y, como el padre Carlos se fue, también estoy atendiendo las dos unidades pastorales que él dejó. Además de esto, cuando hay alguna necesidad en alguna otra parroquia como un fallecimiento, aniversario o fiesta, también acudo. La idea es que los habitantes de las parroquias más pequeñas vayan a la unidad pastoral más cercana, para celebrar allí los actos religiosos. Aunque todavía se está trabajando en ello, ya que hay personas que se resisten a ir a otras parroquias. Esto tiene sus razones históricas.

-¿Cuáles son?

-Anteriormente todas las parroquias tenían sacerdotes. Algunas hasta dos. Como había muchos, todo el mundo se acostumbró a ir al templo de su parroquia. Se fue creando un sentimiento de identidad con su zona. Por otro lado, también porque la mayoría de gente no quiere ir a misa al lugar donde no tienen enterrados a sus muertos. Como antes había sacerdotes suficientes, los templos de cada parroquia estaban activos y se enterraba en la parroquia correspondiente. Pero ahora no hay párrocos para todas las iglesias y algunos no quieren ir a misa a parroquias donde no tienen enterrados a sus difuntos.

-¿Por qué lleva tantas parroquias usted solo?

-Por la escasez que hay de sacerdotes, faltan muchas vocaciones. Por lo que yo he percibido y me han comentado, también sucede que algunos deciden pedir destinos en zonas con climas no tan fríos, lo cual reduce el número de sacerdotes en esta zona. A mi Galicia me gusta mucho, me recuerda a Mérida, en Venezuela. También es un lugar frío, tranquilo y muy verde. La gente de allí y de Galicia cuentan con un carácter bastante parecido.

-¿Qué tal con los parroquianos? ¿Fue bien acogido?

-Bueno, a algunos no les gusta tener un sacerdote que sea extranjero, todavía existe esa resistencia a curas de fuera… Hay otra gente que sí. De hecho, la mayoría de las personas están contentas porque tienen a un sacerdote. No importa si es de fuera o no, lo que quieren es tener a uno. Hay de todo. Ya he tenido varias parroquias y no es la primera vez que me toca lidiar con este tipo de situaciones u otras similares. Cuando estaba en Venezuela tenía varios grupos juveniles y también me ha tocado dirigir personas con problemas y todo este tipo de cosas que se presentan en este campo. No es la primera vez que alguien me dice «no te quiero» o «no estoy de acuerdo», eso está siempre en todos los lugares. El Señor ni siendo Dios fue aceptado por todos, por lo que intento no darle mucha importancia.

-¿Habla con los parroquianos para decirles que no actúan bien?

-A veces no lo dicen directamente y otras personas lo comentan. Hay otros que sí lo dicen. Aunque se presente la oportunidad para hablar con ellos, en ocasiones no vale la pena. Puede llegar a haber mucha discrepancia. Hay gente que quiere a sus curas españoles. Pero la persona de fe quiere a su sacerdote, sea español, venezolano o americano.

-¿Hay más párrocos de Venezuela por aquí?

-Habrá algunos que quieran venir, pero la cuestión es que puedan salir de Venezuela. En este momento, la cosas son muy complicadas. Cuando salí ya fue muy difícil, con los rumores de pandemia, la escasez de gasolina y otras cosas… La situación estaba bastante fuerte. Ahora todo se puso más complicado.

-¿Cómo vivió la pandemia?

-Como todos, en cuarentena. Celebrando la misa, consolando a la gente, oficiando entierros... Hubo bastantes defunciones, tenía algo de miedo por el virus, pero había que hacer el trabajo.

«Psicología es un grado útil para el servicio de los sacerdotes»

El sacerdote Josué Trujillo, además de ocuparse de sus 33 parroquias, también iniciará en septiembre sus estudios por la universidad a distancia. Su objetivo es conseguir una formación extra para poder ayudar más a sus parroquianos.

-¿Qué está estudiando?

-Voy a comenzar en el mes de septiembre psicología en la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED). Elegí esta modalidad telemática porque si no sería complicado hacer la carrera adecuadamente. Llevar las parroquias y tener que ir a clases presenciales es inviable.

-¿Por qué escogió psicología como carrera?

-Considero que es un grado útil para al servicio que prestamos los sacerdotes. En muchas situaciones hay problemas de personas que son realmente complicados y a veces hace falta dar una respuesta más profesional por parte del sacerdote. De esta forma podré ayudar más a las personas. No vas a decir esto es bueno o esto es malo y ya está. A veces hay que ayudar con algo más especializado.