Un vagón «fudre» entre las viñas del Sil

Luis Díaz
LUIS DÍAZ MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

El vagón está provisto de una garita (a la izquierda) en la que viajaban el operario encargado de activar y desactivar los frenos.
El vagón está provisto de una garita (a la izquierda) en la que viajaban el operario encargado de activar y desactivar los frenos. CARLOS RUEDA

Regina Viarum obtiene la cesión de una pieza única restaurada por el Museo del Ferrocarril de Galicia

06 mar 2020 . Actualizado a las 08:01 h.

En la Ribeira Sacra el enoturismo abandonó el terreno de las ideas para convertirse en un negocio. El turismo asociado al vino está en auge y el formato de visitas con catas comentadas se quedó desfasado Las bodegas buscan nuevos alicientes: miradores donde se ofrecen conciertos al aire libre, pequeños catamaranes para realizar rutas fluviales a medida, talleres de poda en los que se puede ser viticultor por un día... Nadie había reparado, sin embargo, en los vínculos históricos entre el vino y el ferrocarril. Nadie salvo Regina Viarum. Entre los viñedos que rodean a la bodega de Doade, en un promontorio sobre el cañón del Sil, se ha hecho un hueco una pieza ferroviaria única.

Pertenece a los fondos del Museo do Ferrocarril de Galicia (Muferga) y es un vagón del año 1945 provisto de la garita donde viajaba el operario que desempeñaba el oficio desaparecido de guardafrenos. «En los tiempos del vapor no existía como ahora un sistema único de frenado. Estos trabajadores lo activaban y desactivaban en cada parte del tren. Tenían un código para seguir las indicaciones del maquinista a través del silbato de la locomotora y lo habitual es que hubiese un guardafrenos cada tres vagones», detalla Luis Blanco, director del museo con sede en la estación de Monforte.

Blanco explica que el vagón que puede verse en Regina Viarum es una pieza única en España que no estaba expuesta en el Muferga por falta de espacio. «Seguimos recuperando piezas y nos llegan donaciones de elementos históricos del ferrocarril. El problema es que no disponemos de espacio suficiente para poder enseñar todo ese material», apunta Blanco. Con la bodega ubicada en el municipio de Sober se firmó un convenio de colaboración por el que se compromete a velar por el «mantenimiento y cuidado» de esta pieza. A cambio, difundirá entre sus numerosos visitantes la existencia del museo monfortino.

«El vagón lo localizamos en Madrid y lo restauró el personal del museo. Fue el propietario de la bodega Regina Viarum el que vino al museo y nos dijo que lo expondría de buena gana si fuese posible. Gracias a su interés se puede conocer una verdadera joya de la historia ferroviaria que antes estaba guardada en un almacén», señala el responsable del Muferga.

Techo a medida

Antes de la llegada del vagón cisterna, el transporte del vino se realizaba en los denominados vagones «foudre». De este término francés viene la palabra fudre, que en español designa las cubas de gran tamaño. Era en estos enormes toneles en los que viajaba el vino cuando no se empleaban las modernas cisternas. La pronunciada curvatura del techo de los vagones se debía precisamente al formato de los recipientes que debían albergar.

Entre los fondos del Muferga está un vagón fudre del año 1920 procedente de la zona aragonesa de Cariñena, desde donde viajaban tradicionalmente ingentes cantidades de vino destinadas a Francia y a diferentes puntos de España. En Regina Viarum colocaron varias barricas de madera en el interior de la pieza cedida por el Museo do Ferrocarril de Galicia, que ha sido bautizada como «vagón fudre» aunque su tipología es ligeramente distinta a los que reciben ese nombre.

«Lo que buscamos es llamar la atención sobre los vínculos históricos entre el vino y el ferrocarril en este territorio. La llegada del tren fue decisiva para la economía de toda la comarca y de estaciones como la de Os Peares salieron en otros tiempos grandes cantidades de vino que incluso se destinaban a la exportación», comenta Antonio Rodríguez, empresario y co

El vagón cedido a la bodega, en el momento de salir del museo
El vagón cedido a la bodega, en el momento de salir del museo MUFERGA

laborador habitual en las iniciativas enoturísticas de Regina Viarum.

Trece toneladas y un transporte complejo

El vagón con garita cedido de forma temporal a la Regina Viarum pesa trece toneladas y fue construido en 1945 por la centenaria compañía Construcciones y Auxiliar de ferrocarriles (CAF). Para sacarlo de las instalaciones del Museo do Ferrocarril de Galicia e instalarlo en su nueva ubicación, fue necesario emplear un camión grúa y otro vehículo provisto de un remolque de grandes dimensiones. En la bodega se acondicionó sobre unos raíles, al lado de la nueva plantación de viñedo. La puerta de carga deja ver en su interior varias barricas destinadas a vinos de crianza.