Adiós a la Virgen de Pesqueiras

Francisco Albo
francisco albo CHANTADA / LA VOZ

LEMOS

La capilla restaurada de Soilán no muestra hoy las huellas del incendio que sufrió hace dos décadas
La capilla restaurada de Soilán no muestra hoy las huellas del incendio que sufrió hace dos décadas ROI FERNÁNDEZ

Hace veinte años, el fuego destruyó en una parroquia de Chantada una escultura románica del siglo XIII

17 dic 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace ahora veinte años, a finales de 1999, los vecinos de la parroquia chantadina de Santa María de Pesqueiras esperaban con impaciencia el inicio de las obras de rehabilitación de la capilla de la localidad de Soilán, que había sido destruida por un incendio en la madrugada del 27 al 28 de agosto. En noviembre, el Ayuntamiento de Chantada anunció que la brigada municipal de obras se encargaría de la restauración y que los trabajos comenzarían tan pronto como fuese posible. Pero el año terminó sin que empezasen las obras, ya que la rehabilitación del edificio fue más compleja de lo que se esperaba y no se completaría hasta el 2003. El pequeño templo no muestra hoy señales del incendio, a pesar de los graves daños que sufrió por entonces. Lo que no se pudo recuperar fueron las obras de arte religioso que se guardaban en la capilla y que constituían un valioso elemento del patrimonio de la Ribeira Sacra.

La información que publicó La Voz tras el suceso señalaba que en el incendio desaparecieron un retablo de 1,70 metros de altura y varias tallas en madera, la más importante de las cuales era una imagen románica de la patrona de la parroquia, datada en el siglo XIII. Un año después -según informó este diario en septiembre del 2000-, las obras seguían sin comenzar y los vecinos aún tenían esperanzas de que la imagen pudiese ser recuperada.

El párroco Benjamín Fernández, que compartía este parecer, explicaba que entre los escombros no había aparecido ningún resto de la imagen desaparecida, ni siquiera una pequeña sujección metálica que servía para colocar una corona sobre su cabeza. La hipótesis del sacerdote y de varios vecinos era que la valiosa escultura fue robada y que los autores habían incendiado después la capilla «para borrar todas las pruebas». Sin embargo, la Guardia Civil descartó poco después esta posibilidad al no haber encontrado ningún indicio físico de que el fuego fuese provocado. El incendio se consideró como fortuito y se atribuyó, bien a un cortocircuito o bien a unas velas que se dejaban encendidas por la noche en la capilla.

Larga reconstrucción

El obispado lucense no se mostró dispuesto en un principio a reconstruir la capilla, a no ser que los vecinos encontrasen la forma de costear las obras. Tres años después, la Xunta concedió una ayuda de 7.813 euros. Las obras costaron en total 12.020 euros y el resto fue aportado por los vecinos. En agosto del 2003, la parroquia pudo celebrar la procesión de la patrona en la que la imagen de la Virgen fue llevada desde la capilla reconstruida hasta la iglesia de Pesqueiras, cerrada al culto desde 1969. La talla que se guarda hoy en la localidad es una réplica realizada por una escuela taller de Pontevedra y pagada por el Ayuntamiento

Un suceso que causó una fuerte preocupación por la conservación del legado cultural

En el incendio de la capilla de Soilán, además de la imagen románica de la Virgen, desaparecieron otras tres tallas de los siglos XVI y XVII. El suceso no solo causó consternación entre los vecinos de la parroquia de Pesqueiras, sino que también despertó la alarma entre los colectivos culturales locales e hizo crecer la preocupación por el estado de conservación del patrimonio histórico del municipio.

Poco después del incendio, en septiembre de 1999, se formó en Chantada una coordenadora de asociaciones culturales que trazó un plan de actuaciones urgentes para garantizar la conservación de los elementos más significativos de este patrimonio. Los integrantes de esta plataforma se reunieron con el alcalde Manuel Varela y lo acompañaron después en una entrevista que el regidor mantuvo con el delegado provincial de la Consellería de Cultura, Antonio Calvo.

Relación de bienes

La coordinadora de colectivos culturales elaboró un relación de bienes patrimoniales que, a juicio de estas asociaciones, necesitaban medidas de rehabilitación y de protección. En aquella lista figuraban los murales renacentistas de la iglesia de Nogueira de Miño -cuya restauración se completó en el 2017-, pero también otros elementos que siguen hoy a la espera de su rehabilitación, como son la torre de Arcos y el monasterio de San Salvador de Asma. El suceso de la parroquia de Pesqueiras hizo por otro lado que el obispado y los responsables de Patrimonio de la Xunta se replanteasen la necesidad de mejorar la protección de las piezas artísticas de gran valor que se conservan en la iglesias y capillas rurales.