El alcalde de Ribas de Sil y los de los municipios ourensanos de Castro Caldelas y San Xoán de Río, por los que también discurre el itinerario de los geomiradores, tenían previsto acercarse a saludar a los integrantes del motoclub. «En Castro Caldelas a ruta pasa cerca dun conxunto de mámoas e nos límites está o miradoiro do canón do Sil da Pena do Xastre», explica Roberto Castro. Los miradores estaban acondicionados desde hace tiempo en la mayoría de los casos. Con la nueva ruta, su estética y señalización se adaptan a las directrices del geoparque.
No siempre urbanitas
Sin realizar paradas, el trayecto que hicieron ayer los moteros se despacha en apenas media hora. La duración de la ruta depende del tiempo que se dedique a la contemplación del paisaje en cada escala. Las vistas desde los miradores de A Pómez, Pena Ladeira, Pena do Xastre o As Fontes es igual de impactante y el silencio del cañón del Sil sobrecoge. ¿Demasiada paz para andar en moto? «O motero asociase a urbanita. É un estereotipo que nos colgaron que non sempre ten que ver coa realidade. Nós organizamos o trail do Courel e non te podes imaxinar a cantidade de xente que volve logo para gozar desa paisaxe», advierte el presidente del motoclub A Curuxa.