El singular paraje de la ribera chantadina del Miño emerge de nuevo a causa de la bajada de las aguas de la presa de Belesar
03 ago 2021 . Actualizado a las 18:47 h.El pasado febrero, las aguas del embalse de Belesar cubrieron por completo el promontorio de Castro Candaz, que había permanecido largo tiempo al descubierto tras la prolongada sequía del 2017. El singular paraje está emergiendo de nuevo, ya que el nivel del agua desciende a causa del consumo hidroeléctrico y la escasez de lluvias. Por ahora solo está a la vista la parte superior de la elevación, pero el istmo que la une a la margen chantadina del Miño continúa sumergida, por lo que no se puede acceder a ella a pie. La circunstancia fue aprovechada para realizar una serie de fotografías del promontorio con la ayuda de un dron, lo que permite observar desde una perspectiva poco común este lugar emblemático y los restos de antiguas construcciones que lo coronan.
La presa de Belesar almacena actualmente 286 hectómetros cúbicos de agua, lo que supone el 43,66% de su capacidad total. Para que sea posible caminar por el promontorio, el embalse debe estar por lo menos al 25%, por lo que todavía falta mucho para que se repita la situación que se produjo a finales de septiembre del año pasado. Con anterioridad, a finales del 2016, el descenso de las aguas fue todavía más acusado, lo que dio pie a que un gran número de visitantes procedentes de toda Galicia se acercasen a visitar el antiguo castro durante ese invierno.
Que vuelva a suceder lo mismo en las próximas semanas o meses dependerá de las condiciones meteorológicas y también de las necesidades de producción de la gran presa hidroeléctrica. Este mes se cumple precisamente el 55 aniversario de la inauguración del salto de Belesar. Desde entonces, Castro Candaz -cuya historia se remonta al menos a la época castreña- solo ha podido verse en contadas ocasiones y pese a su potencia interés arqueológico, nunca pudo ser investigado.