El derribo de la presa convertirá en una cloaca la laguna de A Pinguela

Luis Díaz
LUIS DÍAZ MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

ROI FERNÁNDEZ

La alternativa de la demolición sigue adelante a pesar del rechazo municipal

14 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La Confederación Hidrográfica del Miño-Sil comunicó al Ayuntamiento los motivos por los que considera inviable la reconstrucción de la presa de A Pinguela. No solo los técnicos de este organismo del Ministerio de Medio Ambiente avalan la demolición. El servicio de Conservación da Natureza da Xunta, al que fue solicitada su opinión, también considera que la solicitud municipal está fuera de lugar. Devolver el azud a su estado anterior supondría, por lo que parece, «un importante obstáculo al mantenimiento de la necesaria continuidad longitudinal de un cauce en el que se sitúan unos sistemas de alto valor natural incluidos dentro de la Red Natura».

Será otra, por lo tanto, la solución a los daños que causó la riada de comienzos del 2016 en esa presa. Aunque no está decidido todavía cuál, la confederación hidrográfica deja claro en su comunicado que le compete a ella y no al Ayuntamiento redactar el correspondiente plan de actuación. En próximas fechas, según avanza, se contratará una consultoría para «analizar diversas alternativas encaminadas a la restauración de este espacio natural» y redactar un proyecto constructivo «para a recuperación longitudinal del cauce», que incluirá la laguna situada en las inmediaciones de la presa.

El futuro de esta laguna, surgida tras el abandono de una antigua explotación de extracción de áridos, preocupa a los responsables municipales. El alcalde, José Tomé, envió a la confederación hidrográfica un escrito en el que expresa su desacuerdo con la decisión de no reconstruir la presa. Tomé insiste en que la reparación del azud sería la solución «máis razoable», pues garantiza que la laguna no se convierta «nunha cloaca». «Se non se reconstrúe a presa, o curso natural do río non permite que entre a auga. E se a auga non entra na lagoa, a que hai nela non se renova», advierte. Como consecuencia de ello, según apunta, se creará «un foco de infeccións» en los meses de verano.

Una consulta previa

«Unha infraestrutura que estivo operativa durante varias décadas sen que causase ningún inconveniente debería manterse para conservar o nivel de auga que había anteriormente e que deu lugar á creación dunha contorna natural que agora vaise ver alterada de xeito negativo», argumenta en su respuesta. Si no hay marcha atrás en el derribo de la presa, el Ayuntamiento quiere que al menos se le consulte antes de tomar decisiones.

Tomé teme que la solución final pueda «prexudicar» las actuaciones municipales para la puesta en valor de los barrios de Covas y A Pinguela en el entorno de la presa que destruyó parcialmente la riada. Antes de aprobar el proyecto de regeneración del cauce del Cabe en ese tramo, la confederación hidrográfica deberá someterlo a los trámites de exposición pública y evaluación ambiental.

Devolver su curso natural a los cauces fluviales cuando el azud pierda su utilidad

España sobresale dentro de la Unión Europea en el ránking del número de presas por habitante. Según un informe del Fondo Mundial para la Naturaleza, en los ríos españoles existen 1.231 saltos hidroeléctricos de distinta entidad y más de 7.000 pequeños obstáculos destinados a otro tipo de aprovechamientos. En este último caso, gran cantidad de ellos se encuentran situados en Galicia y son azudes que dieron servicio a molinos que permanecen inactivos desde hace tiempo. Es el caso de la presa monfortina de A Pinguela, que abastecía al que funcionó en su momento en el barrio de Cobas.

Durante años, el mantenimiento de ese tipo de pequeños obstáculos se consideró positivo para la conservación de las poblaciones piscícolas. El motivo es que garantizaban un volumen significativo de agua donde refugiarse incluso en los meses de estiaje. En la actualidad, sin embargo, la balanza de los biólogos se inclina a favor del derribo de las presas, por la barrera física que suponen para los movimientos naturales de los peces.

Estrategia estatal

El Ministerio de Medio Ambiente, del que depende la confederación hidrográfica, establece en su Estrategia Nacional de Restauración de Ríos la necesidad de proceder a la demolición de las presas obsoletas para favorecer la recuperación de la morfología natural de los cursos fluviales. El problema que se plantea en Monforte es que del azud que se pretende suprimir depende que el río tenga el nivel necesario para abastecer la laguna situada en sus inmediaciones.