Renfe no cubrirá ninguna baja por jubilación en su taller de Monforte

Carlos Cortés
carlos cortés MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

Esta decisión aboca a la plantilla de este servicio a desaparecer en poco tiempo

25 feb 2018 . Actualizado a las 21:27 h.

La suerte parece estar echada para la plantilla del taller ferroviario de Monforte. En recientes reuniones con representantes sindcales, la direción de Renfe ha dejado claro que no tiene intención de contratar personal nuevo para compensar ninguna de las bajas por retiro que se produzcan a partir de ahora en este servicio. La buena noticia es que la empresa se propone mantener la actividad de este y de todos sus demás talleres en los niveles actuales, que en el caso de Monforte son altos.

Se trata de dos decisiones que pueden parecer contradictorias, pero que en realidad no lo son. Las dos forman parte del nuevo plan de Renfe para sus talleres de mantenimiento, que llevaba meses en fase de preparación y cuyo contenido acaban de desvelar a los sindicatos los representantes de la empresa. De acuerdo con la información facilitada por representantes de la sección ferroviaria del sindicato CGT esta semana en una asamblea en el taller local, Monforte no va a perder carga de trabajo en los próximos años.

Ese es un buen dato porque la reorganización aplicada por Renfe a su red de talleres en el 2016 adjudicó a Monforte la actividad que desarrollaba hasta entonces el de Venta de Baños, especializado en la reparación de amortiguadores de vagón. La empresa cerró aquellas instalaciones y trasladó a sus once trabajadores a Valladolid. Aquello no supuso ningún refuerzo para la plantilla de Monforte, pero sí le proporcionó una carga de trabajo que en los años anteriores había empezado a escasear. Que la empresa confirme ahora que quiere mantener el actual nivel de actividad de los distintos centros de reparaciones beneficia a Monforte.

Lo que ocurre es que si la empresa no renueva las plantillas, pronto va a llegar el momento en que el taller monfortino de Renfe no pueda seguir sosteniendo la actividad que desarrolla ahora. «Lo que dicen el grupo Renfe y la dirección de talleres es que todas las instalaciones se mantendrán tanto en cuanto haya recursos humanos y materiales», explica Santi Miñarro, el representante de la CGT que acudió a la asamblea de Monforte a informar sobre estas novedades.

No está claro qué pasará cuando falte plantilla. Puede que simplemente el taller cierre y su actividad se traslade a un centro de reparaciones más grande de la propia Renfe o que se derive esa carga de trabajo a personal técnico de empresas externas en Monforte o en otro lugar.

«Pinta que hay vida solo a medio plazo, para cuatro o cinco años más»

En el mapa de talleres de Renfe, Monforte ocupa un lugar secundario. La situación del centro local de reparaciones ferroviarias es comparable a la de las instalaciones que la empresa tiene en Albacete, Almería, Granada y Ávila. Las de Albacete y Almería ya están al borde de la inoperancia porque tienen muy poco personal. Monforte, Granada y Águilas (Murcia) todavía tienen margen para continuar, pero no mucho más tiempo. «En esta situación, pinta que para el taller de Monforte hay vida solo a medio plazo, para cuatro o cinco años más», apunta Santi Miñarro.

Bases de mantenimiento

En el esquema organizativo que maneja la empresa, la actividad que estos talleres secundarios no puedan asumir puede pasar a las denominadas bases de mantenimiento integral. Se trata de talleres con más medios técnicos y plantillas mejor dimensionadas. «La empresa valora -dice el representante de la CGT- que concentrando la actividad de reparación en esos talleres se ahorraría costes de mantenimiento, de personal y también del traslado de las piezas a reparar, por ejemplo de Valladolid, que es donde están los trenes, a Monforte y desde aquí de vuelta para allí».

La mano de obra directa de trece personas, que serán diez en el 2019

La plantilla del taller de Renfe en Monforte está formada en la actualidad por dieciséis personas, pero solo trece trabajan directamente en la reparación de material. Tres de estos trece se convertirán este año en prejubilables, por la edad que tienen. Con solo diez personas, la viabilidad del taller se verá comprometida. Mantener el actual ritmo de trabajo con esa plantilla, advierten en la CGT, se puede complicar mucho. La empresa podría decidir empezar a desviar una parte del trabajo a otros centros más grandes.